El oro no necesita verdaderamente presentación. A todos no gusta este metal, ya sea por su valor físico, como simbólico. Desde hace mucho tiempo las diferentes culturas se han interesado en mineral. Las grandes civilizaciones, como los faraones en Egipto, los Incas, los Mayas, por mencionar solo algunas, fueron grandes orfebres que trabajaron el oro, un mineral que se forma casi en la superficie de la Tierra.
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Según Michel Jebrak, geólogo y profesor en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Quebec en Montreal, UQAM, descubrimientos recientes han cambiado la visión que se tenía de este precioso mineral. Digamos como punto de partida que el oro era supuestamente inalterable, pero los geólogos tienen otro punto de vista. Ellos se dieron cuenta que el oro, a partir del momento en que se le sumerge en agua caliente, muy caliente, con un poco de sal, el oro es móvil. Es decir, es capaz de viajar de un lugar a otro en el agua caliente y los gases.
Este descubrimiento de oro volcánico, que se hizo en 2005 y 2006, cambió la visión que se tenía de los mecanismos de formación de los yacimientos de oro.
La otra procedencia del oro son los sedimentos, como las rocas, la arena, la arcilla, etc. La hipótesis de los geólogos es que este se formaba en las capas profundas de la corteza terrestre, pero no era satisfaciente como hipótesis, hasta que se descubrió oro en la pirita. En la actualidad se dispone de instrumentos que pueden analizar el oro en una proporción de algunos gramos por tonelada, lo cual permitió cartografiar el oro en la pirita.
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