En Italia, un barco de contenedores golpeó la torre de control del puerto de Génova. Al menos siete personas murieron, muchas más están heridas o desaparecidas.
Bajo el choque, la alta estructura de metal donde se encuentran las oficinas de los pilotos del puerto y de la guardia costera se inclinó en un ángulo de 45 grados y una parte se derrumbó en el agua.
Durante toda la noche se ha procedido a la búsqueda de los desaparecidos tanto en el mar como entre los escombros de la torre de control.
El capitán del buque de carga Jolly Nero ha sido interrogado para conocer las causas del accidente, pero aún no se ha dado a conocer más información.
El propietario del buque de carga Jolly Nero, Stefano Messina, llegó al puerto poco después del accidente. Entre lágrimas, dijo a los periodistas: «Estamos totalmente conmocionados. Nunca nos había pasado nada igual, estamos desesperados».
De acuerdo con los primeros informes, pareciera que se hubieran bloqueado dos motores haciendo que el contenedor perdiera el control.
El incidente recuerda al hundimiento del transatlántico Costa Concordia en enero de 2012. El accidente, que se produjo a la isla de Giglio en Toscana, causó la muerte de 32 personas.
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