En Canadá el Consejo Nacional de Investigación Científica tiene que dedicarse a partir de ahora a los negocios. Esa es la voluntad de Ottawa.
Este centro de investigación tampoco ha escapado al esfuerzo del gobierno conservador de Stephen Harper de reorientar las instituciones canadienses en función de su programa político: reducir el rol y el tamaño del Estado y la administración pública y aumentar el rol de la empresa privada y el libre mercado.
El gobierno de Harper quiere que el Consejo Nacional de Investigación Científica se concentre más en la ciencia práctica y comercial y menos en la ciencia fundamental y las investigaciones que no tengan aplicaciones comerciales evidentes.
Actualmente, el presidente de esta entidad pública es John R. MacDougall, un ingeniero petrolero, nominado al cargo en 2010 por los conservadores.
El ministro canadiense de Estado para la Ciencia y la Tecnología, Gary Goodyear, dijo que en el futuro, el Consejo Nacional de Investigación Científica se concentrará en la investigación industrial y el desarrollo de las oportunidades de hacer negocios.
Para David Robinson, ejecutivo de la Asociación canadiense de profesores universitarios, este cambio de orientación impuesto por el actual gobierno canadiense es nefasto.
En la comunidad científica existe un consenso general de que el actual gobierno no entiende de ciencia. No hacemos ciencia como ellos creen. No desarrollamos el conocimiento científico preguntándole al sector empresarial qué es lo que necesitan. Hacemos ciencia al investigar justamente aquello que es científicamente importante.
David Robinson, Asociación canadiense de profesores universitarios.
El plan del gobierno canadiense de reorientar la investigación científica, que es financiada por los impuestos de los ciudadanos del país, también recibió severas críticas en el Parlamento canadiense.
Según el ministro Gary Goodyear, el gobierno canadiense garantizará que el Consejo Nacional de Investigación Científica continuará siendo una institución de renombre mundial, pero que ahora se dedicará más a satisfacer las necesidades del sector privado.
En cuanto a la investigación básica, ésta quedará en manos de los científicos académicos.
El ministro de Estado para la Ciencia y la Tecnología cree que con este nuevo enfoque se logrará cambiar la introvertida cultura institucional del Consejo Nacional de Investigación, lo que le ha llevado a no apoyar adecuadamente al sector empresarial industrial canadiense.
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