Encuentro entre Pinochet y Kissinger, 8 de junio, 1976.
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El libro de dibujos «Kissinger y nosotras»

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En una esquina de Montreal está Carmen. Ella es una madre chilena  que está fumando. Hay gente alrededor suyo, que ha salido de la librería a tomar un poco de aire. Adentro, su hijo está presentando un libro: Kissinger  & Nous, Kissinger y nosotras. Es un libro de dibujos.

Su hijo, el joven Ami Vaillancourt, ha decidido utilizar el lenguaje las historietas para contar la historia de su madre, una de las primeras refugiadas chilenas en Canadá.

La gran mayoría de los refugiados políticos chilenos emigró a Canadá a través de Argentina después de la caída del régimen de Allende. De 1963 a 1973, sólo 2.135 personas se registraron como emigrantes de Chile. Para 1976, unas 4.600 personas habían logrado escapar de las garras de Pinochet rumbo a Canadá como parte del Movimiento Chileno Especial iniciado por el gobierno canadiense.

El  derrocamiento en 1973 del gobierno del marxista Salvador Allende puso en figurillas a Ottawa.

En el contexto de la Guerra Fría, el gobierno canadiense, temeroso de que la mayoría de estos refugiados políticos fuera demasiado izquierdista, socialista o comunista,  y tratando de no ofender al gobierno de Estados Unidos, cuyo secretario de Estado era Kissinger, aceptó en principio a un pequeño número de chilenos. Pero gracias a la solidaridad de la población canadiense, pronto serían miles y miles los chilenos que encontraron en Canadá un nuevo hogar.

Por lo general los refugiados callan la memoria del dolor que implica todo exilio. Ellos se dicen: ¿para qué voy a causarles pena a mis hijos con historias tristes? Pero con el tiempo, los hijos, curiosos como ellos solos, van arrancando palabra a palabra algunas imágenes, algunos de aquellos momentos vividos por los padres durante las dictaduras que les obligaron a salir de Chile, de Argentina y de tantos países en el mundo.

Fue así que Carmen Vaillancourt le fue contando a su hijo Ami algunos pasajes de su vida en Chile. Y de este modo nació el libro de historietas que esta noche de abril se presenta en la  Librería L’Écume des Jours.

La historieta es descrita así: Chile, 1973. Mientras la guerra de Vietnam continúa en una apoteosis de sangre y fuego, el Secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger lanza un nuevo plan para sabotear la  economía chilena y estigmatizar a los comunistas. Dedica enormes cantidades de dinero para desestabilizar a Chile, incluyendo, a través de la CIA, el financiamiento de una huelga de los camioneros, lo cual priva de alimentos al país, paralizándolo. Al mismo tiempo, corre el rumor de un inminente golpe de Estado, por lo cual los simpatizantes socialistas están en peligro de muerte.

En 1969, cuatro jóvenes: Clara, Anastasia, Rosa y Mina fueron entrenadas para ser parte de la guardia de seguridad de Salvador Allende. Pero sólo Clara irá hasta el final. Sus amigas, que permanecieron fieles al socialismo, tomaron caminos diferentes. Dos semanas antes del golpe de Estado, a través de sus contactos con el gobierno peruano, Mina tratará de organizar la salida eal exilio de sus amigas, ya sea de forma voluntaria o no. Pero el ejército está en todas partes.

A partir de algunos recuerdos de su madre, la imaginación de Ami, acompañado por el talento gráfico de Bruno Rouyere, se desborda en la historieta. Lo cual plantea la pregunta: ¿Quién es el autor de la historia: la madre o el hijo?

Dejamos al hijo dando un pequeño discurso en la librería abarrotada de amigos, y conversamos con la madre, con Carmen. Aunque nadie diga una palabra a propósito en la entrevista, uno siente que ella está orgullosa de su hijo, y de alguna forma, de que ese antiguo dolor del exilio se haya convertido ahora en un libro de historietas que les contará a los más jóvenes por qué es que hay chilenos en Canadá.

Categorías: Artes y espectáculos, Internacional, Sociedad
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