Un canadiense fue muerto durante una serie de violencias sectarias en Irak, confirmó el martes el ministro de Asuntos Exteriores John Baird.
En las últimas semanas, más de 270 personas murieron en enfrentamientos interreligiosos entre sunitas y chiítas.

Baird dijo que estaba muy preocupado por los combates que estallaron recientemente en varias ciudades iraquíes.
La situación de seguridad en Irak es en realidad frágil desde hace años, pero la reciente violencia es «especialmente preocupante» y arriesga de sumir al país en una guerra civil, dijo Baird.
El ministro de Relaciones Exteriores indicó que Canadá estará monitoreando de cerca la situación y ha instado a las autoridades iraquíes a hacer todo lo posible para aumentar la seguridad.
Las crecientes tensiones entre sunitas y el gobierno chiíta de Irak han llevado recientemente a una nueva ronda de derramamiento de sangre con escenas que recuerdan a algunas de las peores matanzas durante los días en que las dos sectas islámicas lucharon entre sí, mientras las fuerzas lideradas por Estados Unidos se establecían en Irak después del derrocamiento de Saddam Hussein.
Los funcionarios consulares han contactado a la familia de la víctima, dijo el ministro.
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