El Primer ministro camboyano, dijo que quería hacer adoptar una ley para castigar a aquellos que niegan las atrocidades ocurridas durante el régimen del Jémer Rojo en 1970, en un aparente intento de vincular a sus opositores al antiguo régimen vilipendiado.
El llamado lanzado por Hun Sen ocurre cerca de las elecciones de 28 de julio, que su partido, el Partido del Pueblo de Camboya, espera ganar por amplia mayoría.
Hun Sen lideró una campaña agresiva y ha sugerido repetidamente que una victoria de la oposición sería llevar al Jémer Rojo al poder, aunque no existe un vínculo entre la oposición y el régimen anterior.
Hun Sen, un líder autoritario elegido, ha sido él mismo un cuadro del Jémer Rojo y sus aliados políticos incluyen a personas vinculadas con las atrocidades del régimen comunista. Los Jemeres Rojos son los responsables de la muerte de unos 1,7 millones de personas en Camboya en la década de 1970.
Los medios de comunicación progubernamentales han publicado comentarios supuestamente realizados por Kem Sokha, vicepresidente adjunto del principal partido de la oposición. Sokha habría dicho que los objetos expuestos en el museo del genocidio de Tuol Sleng en Phnom Penh, eran falsos, aunque el jefe del campo ya había admitido que fue un centro de torturas del Jémer Rojo y que ha sido condenado por un tribunal respaldado por la ONU.
La semana pasada, el primer ministro sugirió que el partido de la oposición compartía la filosofía del Jémer Rojo.
En un discurso el lunes durante la inauguración de un templo budista, Hun Sen pidió la aprobación de una ley para silenciar a aquellos que niegan que el genocidio ocurrió en Camboya, y para garantizar que el Jémer Rojo no pueda volver al poder. Altos dirigentes del Jémer Rojo en vida están detenidos en manos de la ONU en espera de su juicio por genocidio y otros crímenes.
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