El gobierno canadiense decidió expulsar del país el jefe de Consulado de Eritrea en Toronto debido a que el diplomático cobraba un “impuesto a la diáspora” a los expatriados eritreos.
Un comunicado emitido por el ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, John Baird, informó que Semere Ghebremariam O. Micael fue declarado persona non grata y debe abandonar el país hasta el próximo miércoles.
El comunicado informó que el gobierno de Canadá había advertido en repetidas ocasiones a Eritrea de que debía «respetar las sanciones internacionales y la legislación canadiense.»
En diciembre de 2011 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó una resolución en la que condenaba la decisión de Eritrea de cobrar un impuesto a los expatriados para financiar la compra de armas y armar a los grupos de oposición.
El otoño pasado Canadá emitió advertencias severas sobre un cobro del dos por ciento que era solicitado por el consulado de Eritrea en Toronto.
El comunicado del gobierno canadiense añadió que Ottawa considerara favorablemente que Eritrea proponga un nuevo candidato para ocupar el puesto en la oficina consular, pero advirtió que esa persona debe estar dispuesta a respetar las leyes del país y que la decisión canadiense en la materia es firme.
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