El número de niños muertos y heridos en la guerra de Afganistán aumentó considerablemente. Así lo informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, entidad que considera esta tendencia como muy preocupante e inaceptable.
Por lo menos 414 niños murieron o resultaron heridos a causa del conflicto en los cuatro primeros meses de este año. Esta cifra representa un incremento del 27 por ciento en comparación al mismo periodo el año pasado.
De ese número, 121 niños murieron y 293 resultaron heridos hasta el pasado 30 de abril, informó la UNICEF mediante cifras dadas a conocer este jueves.
Las bombas en las carreteras y los ataques suicidas causaron el mayor número de víctimas, un 37 por ciento.
El organismo de Naciones Unidas criticó particularmente a los talibanes por el uso indiscriminado de explosivos que estallan al paso las víctimas o cuando un vehículo circula sobre una placa de presión. Según UNICEF, estos actos pueden ser considerados como crímenes de guerra.
La violencia ha aumentado en Afganistán. Los talibanes y otras milicias armadas llevan a cabo una intensa ofensiva contra el gobierno central mientras las tropas extranjeras van cediendo la responsabilidad de la seguridad al gobierno afgano.
Las fuerzas de la coalición internacional concluirán su misión militar en Afganistán a fines de 2014.
La creciente escalada de ataques ha elevado el número de víctimas civiles, entre las que se incluyen los niños.
Sólo la semana pasada, un ataque suicida cerca de una escuela en la provincia de Paktia mató a nueve niños e hirió a otros siete, mientras que un padre y sus tres hijos murieron cuando su vehículo fue destruido a causa de una bomba en la carretera.
El pasado 6 de junio, un ataque aéreo de las fuerzas militares internacionales mató a tres niños e hirió a otros siete en la provincia de Kunar.
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