No hace tiempo, ser diagnosticado con el VIH equivalía a una sentencia de muerte. Gracias a los avances médicos, las personas con VIH son ahora parte de la población que envejece.
Esta es la razón por la que investigadores de Canadá, Estados Unidos, el Reino Unido e Irlanda están estudiando los problemas sociales y de salud asociados con el envejecimiento de los seropositivos en un foro que se llevó a cabo en Toronto.
Aunque esas personas viven ahora más tiempo, algunos problemas de salud se manifiestan antes o de manera diferente según Ken Monteith, Director Ejecutivo de la Coalición de organizaciones comunitarias de Quebec que luchan contra el SIDA. El acceso a la atención médica en instituciones especializadas también es difícil.
«La atención no está adaptada para recibir a los pacientes más jóvenes, o aquellos con niveles de discapacidad que varían», dice Monteith.
Los cambios sociales
La más larga esperanza de vida útil de los seropositivos provoca cambios importantes para los empleadores y las aseguradoras. Stephanie Claivaz-Loranger, del Grupo de Trabajo Canadiense sobre el VIH y la Reinserción Social, establece un paralelo entre las personas que viven con el VIH y las personas con enfermedad crónica, cuya medicación es muy costosa.
«Un envejecimiento de la población es sinónimo de un aumento de los casos de las enfermedades crónicas y episódicas. Económicamente, perdemos de excluir a estas personas «, opina Claivaz-Loranger.
La investigación en el campo del envejecimiento con el VIH todavía está en pañales. Los conferencistas reunidos en Toronto, trataron por ahora de identificar las prioridades para el futuro.
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