Los 175.000 trabajadores sindicados de la construcción de la provincia de Quebec inician este miércoles su tercer día de huelga general.
A pesar de los numerosos esfuerzos, el conciliador titular en este expediente no ha logrado acercar a los representantes de la Asociación de la construcción, ACQ, y los de la Alianza sindical.
El conciliador se encontró en vano con ambas partes de forma separada para tratar de encontrar un acuerdo posible. Tanto los unos como los otros se mantienen en sus posiciones.
Quebec no había conocido una huelga de tanta envergadura en la industria de la construcción desde 1986.
La primera ministra de la provincia, Pauline Marois reiteró que sigue excluyendo el recurso a una ley especial para obligar a los trabajadores a regresar al trabajo. En las ondas de Radio Canadá, Pauline Marois precisó que hasta el momento observa el proceso pero si las negociaciones se empantanan, su gobierno deberá intervenir.
Según el sindicato, la ACQ pide el abandono de las condiciones obtenidas sobre los horarios, el tiempo suplementario y la reducción de los costos cuando haya un sexto día de trabajo. La alianza reclama por su parte, el aumento del salario de 3% el primer año y de 2.75% los años siguientes.
La ACQ propone un horario de trabajo de 8 horas en un horario entre las 5:30 de la mañana y las 6 de la tarde; la reanudación de un día de trabajo el sábado a tiempo simple y las 8 primeras horas de tiempo suplementario a tiempo y medio. En lo que respecta a los salarios, la ACQ propone un aumento de 1%.
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