Es un misterio que comienza en un campo de batalla en Saskatchewan – hace 128 años – donde el líder Metis Louis Riel libró su última batalla.
La Campana de Batoche, uno de los trofeos de guerra, fue robada por una compañía de soldados de Ontario, y terminó eventualmente en una legión en esa provincia.
Pero hace poco más de dos décadas se desvaneció, y nadie volvió a verla desde entonces.
Pero eso está por cambiar.
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Décadas de misterio sobre el paradero de la campana de Batoche pueden resolverse esta semana.
La campana fue tomada de Batoche, en la provincia de Saskatchewan y llevada hacia Millbrook, en la provincia de Ontario, por los soldados durante la Rebelión del noroeste liderada por Louis Riel en 1885. Batoche fue la capital del gobierno provisional de Riel en Saskatchewan en aquel momento.
Ha habido muchos rumores en los últimos años de personas que afirmaban que la campana estaba escondida en Saskatchewan y Manitoba.
La campana de plata de 10 kilos fue tomada como trofeo de guerra de la iglesia parroquial de Batoche y colgada durante décadas en Millbrook, que fue el hogar de muchos de los soldados enviados para sofocar la rebelión.
Se la mantuvo en la sala de la antigua Royal Canadian Legión hasta que desapareció en 1991.
Ese año un grupo de cinco líderes Metis viajó a Millbrook, Ontario … para verificar los rumores sobre que la campana se había exhibido allí, en la sala local de la legión.

El ex teniente gobernador de Manitoba Yvon Dumont fue uno de esos hombres.
Me sentí bien porque la habíamos encontrado, pero mal por el lugar dónde estaba. Pensé que era un desaire para los Metis, y que debíamos sacarla.
Un mes más tarde la campana fue robada de la legión.
Dumont siempre negó cualquier participación en su desaparición.
También Tony Belcourt quien fue parte de esa delegación Metis.
Pero Belcourt admite que ha habido un montón de sospechas.
No puedo decirlo con certeza. Nadie me ha dicho quién tiene la campana .. han habido algunos rumores entre nosotros…
En realidad, en los últimos años ha habido muchos otros rumores.
Algunas personas dicen que han visto la campana en las fiestas y cenas en Manitoba.
Hace ocho años, un preso en una cárcel federal confesó que fue una de las personas que se llevaron la campana aquella noche.
Después de que conseguimos salir de allí, la pusimos en una bolsa de hockey y la rellenamos para que no haga ruido.

Gary Guiboche no nombra a su cómplice, pero pronto se podrá saber quién era.
El viernes próximo… un grupo Metis de Manitoba dará una conferencia de prensa sobre el regreso de la Campana de Batoche.
El anuncio está creando expectativas.

Agustine Abraham es sobrina nieta de Louis Riel.
Para nosotros, los Metis, la campana es un verdadero tesoro y cuando nos la quitaron, se llevaron también parte de nuestro orgullo.
Philippe Mailhot es el director del Museo de St. Boniface en Winnipeg, Manitoba.
A él encantaría ver la campana regresar a su lugar.

Para mí, la campana es una pieza importante de la historia de Canadá. Le pertenece a los Metis, y cuanto antes eso ocurre, más felices seremos todos.
A través de los años, han habido intentos de negociar una amnistía para la persona que mucha gente creía que tenía la campana todo este tiempo.
Uno de los puntos de fricción es que la causa de robo permanece abierta y la Policía Provincial de Ontario podría técnicamente presentar cargos.
Mailhot dice que el crimen ocurrió cuando los soldados se llevaron la campana… desde el primer lugar.
La robaron en 1885! Así que alguien esencialmente la reclamó.
Los líderes Metis están de acuerdo … y dicen que esa persona es un héroe que debe ser recompensado, no castigado por sus acciones.

Louis Riel fue un líder del pueblo métis, una etnia mixta, de ascendencia indígena y europea que vivía en el interior de Canadá, en la región donde se localizan actualmente las subdivisiones canadienses de Manitoba, Saskatchewan, Alberta y los Territorios del Noroeste. Riel lideró dos movimientos de resistencia contra el gobierno canadiense, con el objetivo de preservar los derechos y la cultura del pueblo métis, a medida que la esfera de influencia canadiense se hacía sentir más y más en su tierra natal.
La primera de estas rebeliones, la Rebelión de Red River, tuvo lugar en 1869 y se extendió hasta el año siguiente, 1870.
La segunda degeneró en un enfrentamiento militar conocido como la Rebelión de Saskatchewan, ocurrida en 1885, que culminó con la prisión de Riel. Louis Riel fue condenado a la pena de muerte, acusado de traición, y fue ahorcado el 16 de noviembre.
Riel fue y aún es visto con simpatía por los francófonos de Canadá, y como un traidor por los anglófonos del país, y su ejecución causó un impacto muy fuerte entre las relaciones sociales y políticas entre la provincia de Quebec —mayoritariamente francófona— y el resto de Canadá, en su mayoría anglófono. Ya sea visto como un Padre de la Confederación o como un traidor, Louis Riel es una de las figuras más complejas, controvertidas y trágicas de la historia de Canadá. A menudo, se le denomina con el apodo de «El Padre de Manitoba», por su papel desempeñado en la creación de la provincia.
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