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Control de voz en los automóviles, riesgo para los conductores

Escuche Esta nueva tecnología está pensada para reemplazar las pantallas táctiles de los GPS y así evitar distracciones, y por ende, accidentes. Un reciente estudio de la Asociación Americana del Automóvil (AAA) asegura que el uso de este tipo de tecnología puede distraer la atención y concentración del conductor.

La preocupación por las distracciones que provocan los nuevos y variados dispositivos electrónicos a los conductores de automóviles ha llevado a los fabricantes de autos a buscar alternativas para evitar que la concentración se desvíe cuando uno conduce.  Algunas conocidas marcas de carros han ido introduciendo paulatinamente ciertos sistemas activados por la voz, que permiten a los conductores mantener las manos en el volante y los ojos en la carretera. Si bien esto parecía una solución práctica al problema de la distracción, un nuevo estudio asegura que los más avanzados de estos sistemas pueden crear en realidad un riesgo distinto, y quizás peor, al distraer la mente del conductor o dispersar su concentración.

Estos nuevos sistemas permiten a los conductores hacer uso de ciertos comandos dirigidos directamente con la voz, para dictar textos y así enviar correos electrónicos e incluso actualizar la página de Facebook del chofer. Los productores de autos defienden estos nuevos sistemas asegurando que no sólo responden a las preocupaciones por la seguridad vial sino que al mismo tiempo atienden a las demandas de los consumidores que pretenden seguir conectados a internet mientras manejan.

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MyFord Touch, es el nuevo sistema de Ford Motors Co. que permite el reconocimiento vocal dentro del automóvil. © AFP/KAREN BLEIER

Yolanda Cade, vocera de la Asociación Americana del Automóvil, aseguró que lo que ya se tiene entre manos en una inminente crisis de seguridad pública. Cade caracterizó el apuro por equipar a los autos con sistemas que se conectan a internet como una verdadera “carrera armamentista”.

Este estudio es uno de los más profundos realizados en automóviles que cuentan con nuevas tecnologías y asegura un conflicto potencial entre los que defienden la seguridad vial y la industria automotriz.

Este choque de intereses nace porque los fabricantes tratan en todo momento de obtener ganancias con los nuevos sistemas y la integración de internet a ellos es casi una necesidad para los nuevos usuarios.

En algunos autos de alta gama, los conductores pueden dictar correos electrónicos o mensajes de texto. Otros modelos más baratos ya cuentan con opciones que permiten traducir mensajes de voz a texto, o conectar el teléfono a la computadora del auto para así poder interpretar los comandos vocales.

Según la consultora IMS Research, más de la mitad de los autos nuevos integrarán algún tipo de reconocimiento de voz para el año 2019.

El problema es que el uso de estos sistemas que pasan de voz a texto es que crean una distracción cognitiva significativa, según los investigadores.

Los profesionales aseguran que el cerebro está tan exigido en la interacción con el sistema que, aún con las manos en el volante y los ojos bien puestos en la carretera, el tiempo de reacción del chofer y la capacidad de procesar lo que está sucediendo en el camino se ven fuertemente afectados.

David Strayer, neurocientífico de la Universidad de Utah fue quien llevó adelante la investigación.

Sus estudios han demostrado que hablar por teléfono mientras se maneja crea el mismo nivel de riesgo de colisión que el de alguien con un nivel de 0,08 gramos de alcohol en sangre, el límite legal permitido en Canadá y Estados Unidos.

David Strayer señaló que esta investigación debería hacer reflexionar a los fabricantes de autos sobre las nuevas funciones de los vehículos último modelo que ya tienen la capacidad de mandar correo electrónico, mensajes de texto, tweets, actualizaciones de Facebook, reserva entradas al cine o restaurants solo con comandos vocales. Strayer concluyó diciendo que uno supone que la tecnología basada en la voz es más segura, pero en realidad, no lo es.

En definitiva, es muy poco probable que los fabricantes de autos disminuyan la velocidad del desarrollo de la tecnología a menos que una nueva ley prohíba su instalación y utilización.  El trabajo ahora es de parte de los usuarios. Lo importante, tomar conciencia del riesgo que las nuevas tecnologías en los automóviles pueden ocasionar a los usuarios.

Fuente: The New York Times

Categorías: Internacional, Internet, ciencias y tecnologías, Sociedad
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