En Canadá, para muchos estudiantes de secundaria que han pasado la prueba de fuego de los exámenes finales, comienza el verano, y con ello una prueba aún más difícil: encontrar un trabajo de verano.
El tener un trabajo de verano hace parte de la experiencia de ser estudiante en Canadá. Es gracias a esos empleos de temporada que una gran número de estudiantes pueden financiar sus gastos durante los semestres de clases, que van de fines de agosto y septiembre hasta fines de mayo y principios de junio.
En este 2013, un nuevo informe sobre las condiciones de empleo para los estudiantes ofrece un panorama desalentador.
Según un estudio del CIBC, el Banco Imperial Canadiense de Comercio, actualmente se registra en el país un déficit de puestos de trabajo de verano y de empleos a tiempo parcial para los jóvenes canadienses que acaban de salir de las aulas.
Este cuadro puede llevar a cientos de miles de jóvenes canadiense a encontrarse en una situación de desempleados crónicos.
De acuerdo a un estudio del Departamento de Estadísticas Canadá publicado en 2012, un 13 por ciento de los 6,8 millones de canadienses de 15 a 29 años no estaba ni estudiando, ni trabajando ni siguiendo una formación profesional.
Las cifras de desempleo entre los jóvenes canadienses no parecen ser malas, pero son engañosas. De acuerdo al economista Benjamin Tal, que trabaja en el Banco Imperial Canadiense de Comercio, si uno estudia estas cifras, emerge con claridad una nueva situación en la que Canadá está creando un vasto ejército de jóvenes que se quedarán excluidos de manera permanente del mundo laboral.
Esto porque en los tiempos que corren, no hay suficientes primeros empleos que les permitan a los jóvenes poner un primer pie en el mundo laboral. Tampoco hay suficientes empleos buenos de verano, o el tipo de empleos a tiempo parcial que abre las puertas a largas carreras laborales.
Para empezar, tenemos aproximadamente 400.000 jóvenes canadienses que tienen entre 15 y 24 años que no están en la escuela, y tampoco están trabajando. No están haciendo nada. Lo que decimos básicamente es que esas personas no podrán ingresar al mercado laboral. Ese es un hecho.
Benjamin Tal, economista del Banco Imperial Canadiense de Comercio, CIBC.
El estudio del CIBC sobre los jóvenes y el empleo recomienda que el actual sistema educativo en la provincia de Ontario ofrezca una formación más relacionada con las necesidades laborales y que desarrolle mayores conexiones con las compañías. Un llamado que otras voces rechazan.
Para Nancy Schaefer, responsable de los Servicios de Empleo para los Jóvenes, una organización no gubernamental sin fines de lucro en Toronto, la empresa privada debe asumir sus responsabilidades y crear más fuentes de trabajo.
El estudio del Banco Imperial Canadiense de Comercio concluye que si no se hace nada, el número de jóvenes sin empleo y sin un pie en el mercado laboral crecerá tanto en Canadá que todo el sistema económico acabará sufriendo las consecuencias.
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