El canciller mexicano José Antonio Meade criticó las medidas adoptadas a inicios de la semana por el Senado de los EE.UU. para fortalecer el control de la frontera con México, diciendo que «los muros no son una solución a la migración.»
El Senado de EE.UU. aprobó el lunes el componente de seguridad de la reforma del sistema de inmigración de EE.UU., cuya adopción está prevista para el fin de semana. Dicho componente prevé hacer pasar de 18 000 a 38 400 el número de agentes federales en la frontera con México, larga de 3.200 kilómetros y de construir 80 kilómetros de nuevas cercas.
«Los muros no unen, los muros no son una solución a la migración y no se ajustan a las necesidades de una frontera moderna y segura», dijo el ministro en un comunicado de prensa, la primera reacción oficial ante el voto mexicano Senado de EE.UU..
El objetivo de la reforma del sistema de inmigración de EE.UU. es aumentar el número de visas de trabajo, entregar documentos a 11 millones de inmigrantes ilegales, en su mayoría de México y de permitirles solicitar la ciudadanía de EE.UU. después de un período de transición de por lo menos 13 años.
A cambio, los aliados demócratas del presidente Barack Obama les concedieron a los republicanos un plan excepcional para reforzar los controles fronterizos para asegurar que estos ajustes serán los últimos.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.