Ecuador ha anunciado este jueves que ha renunciado a renovar los acuerdos comerciales con el Congreso de Estados Unidos que le otorgaban beneficios y preferencias arancelarias sobre la exportación de determinados productos a este país.
La decisión, anunciada por el ministro de Comunicación ecuatoriano, Fernando Alvarado, se produce un día después de que el presidente del comité de Asuntos Exteriores del Senado, el influyente demócrata Bob Menéndez, advirtiera por escrito al Gobierno de Rafael Correa de que, si consentía en dar asilo a Edward Snowden, se encargaría de no reautorizar esos pactos.

«Este país no aceptará presiones ni chantajes o amenazas de nadie», lanzó el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y señaló que la decisión de acoger al Sr. Snowden estaba dentro de la «soberanía absoluta» del Estado, en una conferencia de prensa en Quevedo, una ciudad 300 kilómetros al oeste de Quito.
El líder socialista, que mantiene relaciones tensas con la Casa Blanca, justificó su decisión de rescindir el acuerdo con los Estados Unidos que le otorgaba desde 1991 precios preferenciales, en contrapartida por los esfuerzos de Ecuador en la lucha contra el narcotráfico.
«Ecuador no negociará sus principios, no los someterá a los intereses mercantiles, por importantes que sean,» habían declarado las autoridades en Quito, en un mensaje oficial del gobierno.
Esta aclaración surge en momentos en que el país analiza la solicitud de asilo del ex consultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden , que sigue atascado en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú después de haber pedido asilo a Ecuador.
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