Los rebeldes sirios afirmaron este viernes haber retomado una importante posición del ejército sirio en Deraa, cuna del levantamiento contra el régimen de Assad, y ahora esperan recuperar esa ciudad en su totalidad.
En imágenes difundidas por la insurgencia puede verse la explosión de dos grandes edificios adyacentes a un puesto militar.
Para Rami Abdelrahman, director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), la caída del puesto militar de Binayat es de gran importancia estratégica en la batalla de Deraa, ciudad del sur de Siria, desde donde salieron en marzo de 2011 las primeras manifestaciones contra el régimen de Bashar al Assad.
Rami Abdelrahman explicó que el ejército se encuentra ahora amenazado en Deera, que los rebeldes todavía no han liberado el casco viejo de la ciudad y que aún quedan distritos en manos de tropas del gobierno, pero la caída de Binayat podría inclinar la balanza.
La oposición en Deera se dijo optimista. Según ellos, los rebeldes destruyeron casi todas las 48 posiciones militares en la ciudad y obligaron al ejército a retirarse.
Ammar, un opositor manifestó por teléfono que «esto significa que la antigua ciudad de Deraa fue liberada. Esto es una gran noticia para todos los sirios: el corazón de la Revolución fue ha sido liberado.”
Según él, la mezquita Omari, el punto de partida de las primeras manifestaciones en marzo de 2011, también fue retomada, pero se encuentra fuertemente dañada debido a los enfrentamientos.
Entre el 23 y el 25 marzo de 2011, esa mezquita fue teatro de un sangriento asalto del ejército sirio contra los manifestantes, que dejó por lo menos 31 muertos.
La protesta contra el gobierno sirio, inicialmente pacífica, fue extendiendo progresivamente a todo el país y debido a la violenta represión del régimen de Bashar el Assad, se convirtió en una guerra civil que hasta la fecha ha dejado más de 100.000 muertos, según el OSDH. A esto se suma el millón y medio de refugiados que huyeron de Siria y los cuatro millones de desplazados internos.
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