La acumulación compulsiva es un fenómeno del que se comienza apenas a hablar. Se dice que entre 2 y 5% de la población quebequense sufriría de este problema, que muchas veces el común de los mortales tiene tendencia a confundir con el Síndrome de Diogenes. Este síndrome, que es una forma de demencia, provoca una negligencia general de la persona que la sufre y que la lleva a vivir en condiciones de vida, sino insalubre, al límite de la insalubridad. Digamos de entrada que la acumulación compulsiva no está vinculada a la insalubridad. ¿Pero a partir de qué momento el simple pasatiempo de acumular objetos se puede convertir en un problema de acumulación compulsiva?
Sin querer trazar un retrato robot del acumulador compulsivo, algunos rasgos se destacan. En general se trata de una persona soltera. Algunos viven en pareja, pero la gran mayoría de los acumuladores compulsivos son solteros. Pueden ser tanto hombres como mujeres. Son perfeccionistas. Y contrariamente a lo que podríamos pensar, entre ellos no existe un pasado de privación. Este es un campo de investigación reciente, como lo decíamos al principio, pero los investigadores del Centro de Estudios sobre los Problemas Obsesivos y Compulsivos del Centro de Investigación Fernand Seguin de Montreal, estudian sobre todo el razonamiento de estas personas.
Los resultados de esos estudios hasta el momento han encontrado que los acumuladores como las personas que sufren de problemas obsesivos y compulsivos, razonan de una forma particular. Es decir que en vez de pensar en términos de probabilidades, ellos van a pensar en términos de posibilidades. En otras palabras, cuando una persona que sufre de acumulación compulsiva tiene un objeto en las manos y se pregunta si lo deben conservar o no, en vez de preguntarse si es probable que un día llegue a necesitar el objeto, se preguntan más bien si es posible que un día lo necesite. Y para esa pregunta, la respuesta es sí, porque siempre es posible que un día se necesite un objeto cualquiera.
El objetivo de los psicólogos es de llevar a estas personas a ver los objetos de otra forma, desde otro ángulo. Si la persona logra ver los objetos de otra forma, será mucho más fácil deshacerse de ellos. Natalia Koszegi es co-autora del libro Entre montes y maravillas. Cómo reconocer y pasar a través de la acumulación compulsiva, un problema complejo que comienza apenas a ser estudiado.
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