Las personas que trabajan con estudiantes con discapacidades mentales dicen que aún queda mucho por hacer para fortalecer los recursos después de que ellos se gradúan de la escuela secundaria.
Para muchas personas con discapacidad intelectual, la vida después de la escuela es una lucha permanente.
Escuche .Hay más de 500.000 canadienses en edad de trabajar con discapacidad intelectual.
La Asociación Canadiense para la Vida Comunitaria dice que más de la mitad de ellos no estaban empleados y no asistían a la escuela.
Algunos estudiantes están en listas de espera por más de 2 años para lograr apoyo de la comunidad.
Una vez que están fuera de la escuela casi nadie hace un seguimiento de la evolución de la situación de ellos.
Lauren Emanuel, jefe del departamento del centro de aprendizaje en la Escuela Secundaria Sackville, en la ciudad de Halifax, Nueva Escocia, dice que es raro ver una transición armoniosa que lleva directamente de la escuela secundaria a un trabajo.

«Podrían pasar un par de años de retraso entre el momento en que se gradúen de la secundaria y encontrar un organismo capaz de apoyarlos”.
Emanuel dijo que muchas familias se quedan solas luchando para reconstruir un futuro significativo para sus hijos. Ella quiere que los empleadores sean más receptivos hacia los graduados con problemas de aprendizaje.
«Ellos ocupan una gran cantidad de puestos de trabajo que a los demás no les interese, y se enorgullecen de su trabajo. Los entrenamos para que sean puntuales y para que hagan preguntas «, dice Emanuel.
Una historia feliz

En la escuela secundaria Sackville, en la provincia de Nueva Escocia, Tyler Seto está desafiando las probabilidades. Seto se graduó y consiguió su primer trabajo.
A los cuatro años fue diagnosticado con discapacidad intelectual y los maestros les dijeron a sus padres que nunca iría más lejos en su educación que un quinto o sexto grado.
Pero eso no frenó ni a los padres ni a Tyler. Esta semana, se graduó en una escuela de la provincia de Nueva Escocia y comenzó a trabajar en un supermercado de la ciudad de Halifax preparando café y reponiendo estantes.
Tyler dice que lo que más le gusta de su trabajo es ayudar a los clientes

«Graduarme es lo más grande para mí», dijo Tyler. «Ha llegado el momento de ir por mi trabajo.» Tyler ya está trabajando en el supermercado aprendiendo sus nuevas responsabilidades.
«Mis padres están impresionados porque estoy trabajando», dice Tyler.
Lauren Emanuel desea que más alumnos con discapacidad intelectual puedan tener las mismas oportunidades.
«La historia de Tyler es una historia de éxito única, porque hizo una transición completa de la escuela secundaria al trabajo, con el apoyo de la comunidad. Nuestra esperanza sería que esa sea la respuesta para todos nuestros graduados, pero por desgracia no lo es.»
El gerente de Sobeys, Darryl Wilson, dice que la compañía pone un gran valor en la contratación de empleados con necesidades especiales.
«Todo el mundo tiene un valor y es sólo una cuestión de encontrar el valor de Tyler y hacerlo parte del equipo», dijo Wilson.
Kim Seto, el padre de Tyler está muy orgulloso de su hijo.
«Como padre, tus ojos se llenan de lágrimas. Estás muy agradecido por esta oportunidad. Deseas que todos los niños con necesidades especiales tengan esta oportunidad».
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