Bolivia, Ecuador, Surinam, Argentina, Uruguay y Venezuela unieron sus voces para exigir que Francia, Italia, España y Portugal presenten excusas públicas por haber impedido el sobre vuelo, de sus territorios, al avión presidencial boliviano.
Los mandatarios de esos países sudamericanos apoyaron la decisión de Bolivia de presentar una queja formal ante el Alto Comisario de Naciones Unidas para los Derechos Humanos debido a que la decisión de los países europeos, habría, según ellos, puesto en riesgo la vida del mandatario boliviano.
En Europa, los países implicados tratan, por su parte, de bajarle el tono al problema calificándolo de “incidente” y repitiendo las declaraciones en las que aseguran que las informaciones que tenían y que les entregaron, aunque no citan la fuente, les hicieron pensar que el ex funcionario de la CIA, Edward Snowden se encontraba en el avión presidencial.
El presidente de Francia aseguró que su país recibió informaciones contradictorias sobre los pasajeros del avión, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores de España dijo que su país acordó el permiso de sobrevuelo pero que la escala obligada en Viena ocasionó su expiración.
No son pocos los analistas internacionales que consideran que, incluso, si el estadounidense hubiese estado a bordo los países europeos implicados tenían la obligación de respetar el fuero y la inviolabilidad del avión oficial boliviano.
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