Un tren que transportaba petróleo ha estallado en la madrugada del domingo en un pueblo de Canadá, causando enormes daños en el lugar.
El tren tenía 73 vagones cisterna. Explotaron varios de ellos. Parte de la carga de otros vagones se vertió en un río.
Desde la tragedia, varios municipios de la zona están observando la presencia de petróleo en el río.
EscucheEl petróleo pesado que se derramó en el Lago Megantic preocupa más a las autoridades. Grandes cantidades de combustible han emigrado en los ríos de la región, especialmente en la cuenca del río Chaudière.

Miles de litros de petróleo crudo que se quemaron durante 40 horas en la ciudad han generado su parte de lluvia de cenizas, y restos de hollín grasa que se depositaron en el suelo en la ciudad. Todavía se está evaluando la magnitud de estos residuos, de acuerdo con las autoridades ambientales desplegadas en el sitio.
Ante esta tragedia, ¿qué responsabilidad le cabe a la compañía que transporta el crudo en trenes y al gobierno que la autoriza?

Gerardo Aiquel es coordinador de la Coalición quebequense sobre los impactos socio ambientales de compañías transnacionales.
Él se pregunta cómo es posible que un producto tan inflamable como el petróleo esté circulando en medio de pueblos y ciudades.
Dice que las voces de los ciudadanos comenzarán a elevarse a través de Quebec para que se trasladen las vías fuera de las zonas densamente pobladas de la ciudad.
Advierte también que los canadienses no saben en general que una gran parte del petróleo es transportado por tierra. “Este caso va a abrir una gran discusión sobre el tema.” Gerardo Aiquel
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