Dos años después de un ataque terrible en Bangladesh que la dejó ciega y desfigurada, la estudiante de la Universidad de Columbia Británica, Rumana Monzur, ha terminado su maestría, aunque dice que no terminó todavía con su carrera académica.
Monzur acaba de ser aceptada en la escuela de leyes de la UBC. Ella dice que su experiencia en Bangladesh, cuyo sistema legal pretendía disculpar la violencia de su ex esposo, le dio la idea de seguir una carrera de abogacía.
Ella puede que necesite de un bastón y un brazo amigo para guiarse, pero ahora camina por los pasillos de la UBC con confianza. Se trata de un increíble cambio de destino para alguien que ha perdido tanto.
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La historia
Nacida en Bangladesh, Rumana Monzur fue atacada brutalmente y cegada por su marido en 2011 porque deseaba continuar sus estudios en la Universidad de Columbia Británica.
Días después de que su ex marido celoso la golpeó y le arañó sus ojos, la desesperación de Rumana Monzur era comprensible.
«Me pareció que era el final de mi vida y de mis logros y nunca pensé que esto podía ocurrirme algún día….»
El ataque, mientras Monzur estaba de vacaciones en su Bangladesh natal, sorprendió al mundo y horrorizó a sus amigos y colegas en la Universidad de Columbia Británica, donde Monzur había estado trabajando en su tesis.

Esos mismos amigos y colegas recaudaron cerca de cien mil dólares para apoyar a Monzur y su hija de 7 años que regresaron a Canadá sin saber a ciencia cierta lo que les deparaba el destino.
«Cuando me quedé ciega, me di cuenta de que nunca podría terminar mi maestría.»
Pero se presentaron voluntarios para ayudarle, grabando textos importantes y necesarios para la tesis de Ronzar. Otros ayudaron mecanografiando y editando su tesis.
«Supongo que me di cuenta de que las cosas podrían haber sido peores…. y me siento bendecida por el apoyo y el amor que recibí de tantas personas que ni siquiera me conocen.»
Monzur dice que no piensa en su ex-marido que murió en la cárcel. Ella prefiere centrarse en el futuro.
«Por supuesto que estaba enojada y todavía hay momentos en los que no tengo ganas de hacer nada, pero al mismo tiempo este año – me dije- no voy a dejar que nadie decida si voy a sentirme triste o feliz en mi vida, es totalmente mi decisión.
El punto culminante de su felicidad fue defender con éxito su tesis sobre el cambio climático.
«Yo me prometí que no iba a llorar ese día – no pude y lloré – pero supongo que eran lágrimas de felicidad.»
El logro de Monzur ha dejado impresionados a los que la conocen. La profesora Lisa Sundstrom era supervisora del posgrado de Monzur.

«Parecía tan suave y mansa cuando se presentó por primera vez en la Universidad de Columbia Británica. Y resultó que era una superwoman»
La determinación de Monzur parece no encontrar límites. Ella dice que su experiencia en Bangladesh, cuyo sistema legal pretendía disculpar la violencia de su ex esposo, le dio la idea de seguir una carrera de leyes.
Y Rumana Monzur ha sido aceptada en la facultad de derecho de la UBC.
Mientras tanto, ella está tomando cursos de yoga acrobático…. sostenida por otra persona mientras lleva a cabo diferentes poses con un grado elevado de dificultad.
«Tengo que trabajar muy duro y me interesé en esto porque fue la primera vez que me olvidé de que no puedo ver.»

Los que conocen a Rumana Monzur, saben sin ninguna duda que ella puede llegar mucho más lejos aún.
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