Las autoridades de la Salud Pública de Toronto, la ciudad más grande de Canadá recomiendan que se implanten los sitios de inyección de drogas basándose en estudios realizados con este fin en Vancouver y en todo el mundo.
En una reunión de sus dirigentes el miércoles, la salud pública ha dado su apoyo a un proyecto piloto que se aplicará en las instituciones del sistema de salud para reducir el número de muertes por sobredosis de drogas.
El forense de la provincia de Ontario afirma que entre 2002 y 2010, 900 personas murieron por sobredosis accidentales en Toronto, incluyendo 538 que habían consumido medicamentos contra el dolor.
Los estudios citados por la Salud Pública concluyen que sitios de inyección controlados reducen el riesgo de sobredosis, así como la transmisión de ciertas enfermedades.
El alcalde dice que no
Sin embargo, el alcalde de Toronto, Rob Ford, se opone a la apertura de este tipo de sitios. En su programa de radio semanal el domingo pasado, dijo que cree que estos sitios fomentan el consumo de diversas drogas en la ciudad de la reina. Añadió que había que alentar más la financiación de los centros de rehabilitación.
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