Este miércoles, en el tercer día de una visita de una semana a Brasil para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud, una reunión bienal de la Iglesia Católica que se celebra en los alrededores de Rio de Janeiro, el Papa Francisco viajó al Santuario de la Aparecida, la Virgen María, venerada como la patrona de Brasil.
En Canadá, el sacerdote jesuita Pierre Bélanger, quien es el director de la revista religiosa Le Brigand, reconoce en este primer viaje un esfuerzo del nuevo Papa de construir una iglesia que esté más cerca de los pobres y necesitados.
El deseo del Papa Francisco, el primer latinoamericano en ocupar ese cargo, de mantener la simpleza en sus actos y permanecer cerca a los fieles ha complicado la seguridad en torno a su visita, sobre todo cuando decidió viajar del aeropuerto a Río en un pequeño auto Fiat de cuatro puertas.
Para el sacerdote canadiense Pierre Bélanger, el Papa Francisco está haciendo con sus actos un llamado a la Iglesia para que regrese a los principios de la humildad y la caridad.
Brasil ha sido recientemente escenario de grandes movilizaciones de protesta, en la que los jóvenes jugaron un rol protagónico. El pasado lunes, el Papa advirtió que el mundo corre el riesgo de ver a toda una generación privada de acceso al trabajo, que es fuente de la dignidad humana.
Los jóvenes, dijo el Papa Francisco en su homilía en Aparecida, tienen que ser «un motor potente para la Iglesia y para la sociedad «y se les debe dar las condiciones que les permitan «trabajar activamente en la construcción de un mundo mejor.»
http://www.youtube.com/watch?v=kg2Ot0sAf9s
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