Un nuevo informe estableció que en 2011 casi uno de cada ocho hogares canadiense no pudo tener acceso a una alimentación segura, suficiente y nutritiva.
Según el estudio la inseguridad alimentaria es “una grave problema social y de salud pública” que afecta a 3,9 millones de ciudadanos canadienses.
Aproximadamente unos 330.000 hogares manifestaron que les preocupaba la posibilidad de quedarse sin comida antes de poderse pagar más alimentos.
El informe señala que se trata de un problema creciente en muchas partes de Canadá, ya que las tasas de inseguridad alimentaria en el país se mantienen a un nivel igual o superior en comparación a las establecidas en 2005.
El documento determinó la existencia de «niveles alarmantes» de inseguridad alimentaria en el Gran Norte de Canadá y las provincias marítimas.
El territorio de Nunavut registró las tasas más altas a nivel nacional, con el 36 por ciento de los hogares afectados, mientras que las tasas en las provincias marítimas, Yukón y los Territorios del Noroeste superaban el 15 por ciento.
El estudio incluyó investigaciones llevadas a cabo por las universidades de Toronto, de Illinois en Urbana-Champaign, la Universidad de Calgary y el Centro para el estudio de la adicción y la salud mental, afiliado a la Universidad de Toronto.
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