El ex consultor de inteligencia estadounidense Edward Snowden recibió este jueves asilo temporal por un año en Rusia y ahora se encuentra en un lugar “seguro” pero desconocido.
Estados Unidos reaccionó ante la noticia con frustración, denunciado la decisión de Moscú.
«Durante las últimas ocho semanas, hemos visto cómo el gobierno de Obama demostró que no tiene ningún respeto por las leyes nacionales e internacionales, pero al final ganó la justicia. Agradezco a Rusia por darme asilo en conformidad con sus leyes y sus obligaciones internacionales», declaró Snowden en su primer comentario público, retransmitido por el sitio Internet de WikiLeaks.
Poco antes su abogado ruso Anatoly Koutcherena causó un gran revuelo al anunciar que el estadounidense perseguido por Washington había obtenido asilo durante un año en Rusia, país que mostró hasta la fecha signos de indecisión y bochorno en este caso, que ahora le coloca en una posición difícil en su relación con Estados Unidos.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que las autoridades en Washington se encontraban extremadamente decepcionadas ante la decisión del gobierno ruso, que ignoró las demandas de la Administración de Obama de que Snowden sea devuelto a Estados Unidos para responder a los cargos en su contra.
Según WikiLeaks, que jugó un papel activo en la fuga del joven informático estadounidense, Snowden dejó el aeropuerto de Moscú-Sheremetyevo este jueves, donde permanecía confinado desde hace más de un mes, en compañía de Sarah Harrison, una consejera legal que lo acompañó desde su llegada a Rusia.
El abogado ruso de Edward Snowden también dijo que su cliente estaba en un «lugar seguro», señalando que el joven informático de 30 años tenía «amigos estadounidenses» en Rusia, capaces de garantizar su seguridad en una primera etapa, pero se negó a dar más detalles.
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