La investigación sobre derrumbe de una mina en Chile, en la que 33 mineros quedaron atrapados durante dos meses en el 2010, terminó sin que las autoridades acusaran o consideraran responsable a alguien.
La decisión generó malestar y rabia entre los mineros que fueron víctimas del hecho.
El derrumbe de la mina San José, en el desierto de Atacama, puso en tela de juicio las prácticas de la industria minera chilena que es la más importante del país.
Después de tres años de investigación, un procurador de la región de Atacama anunció, el miércoles en la noche, que no se presentaría ninguna acusación contra los propietarios de la mina ni contra la agencia gubernamental responsable de la seguridad minera.
La decisión judicial contrasta con el resultado de una investigación sobre el tema realizada por el Congreso Nacional de Chile que determinó que los propietarios de la mina fueron los responsables del derrumbe.
Mario Sepúlveda, uno de los mineros más conocidos a nivel internacional, dijo que la decisión era una verdadera vergüenza para el sistema judicial de su país.
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