Más de 90.000 mujeres serán diagnosticadas con cáncer en Canadá este año. Y si bien las tasas de supervivencia están aumentando, los efectos secundarios del tratamiento pueden ser física y emocionalmente devastadores. Uno de los hospitales de atención del cáncer más importante de Canadá está haciendo un poco más fácil la vida de las mujeres que sufren los efectos de la quimioterapia.
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Sheila Cohen mira su reflejo en el espejo con cierto temor y ansiedad.
Ella tiene cáncer de mama, y no pasó mucho tiempo para que uno de los temidos efectos secundarios de la quimioterapia se produzca, la pérdida de cabello.
En este día, ella ha llegado al salón de la peluca en el Centro de Cáncer del hospital Princesa Margaret en Toronto para comprar la peluca perfecta que cubra su cabeza, cada vez más calva.
La peluca le queda bien. Le gusta.
Pero no es barata.
Las pelucas sintéticas pueden costar varios cientos de dólares más que las de cabello verdadero. No todos las pacientes con cáncer se la pueden permitir…. ni tampoco tienen un seguro que cubra los costos….
Es por eso que el hospital Princesa Margaret ha establecido programas de donación de pelucas para ayudar a aliviar la carga financiera de las pacientes.
Zain Haji dirige el salón de pelucas en el Princesa Margaret, pero también ayuda con el programa de donación de la peluca. Más que un trabajo, es una pasión. Peluquero estilista anteriormente, Zain perdió a ambos de sus padres por cáncer. Sabe entonces lo importante que es encontrar la peluca adecuada para una paciente.
Somos capaces de limpiar las pelucas, desinfectarlas, darles un poco de estilo y las dejamos como nuevas en unas cajas.
Cualquier persona puede donar, y él destaca que muchos de sus propios clientes regresan al final de su tratamiento… porque ya no necesitan sus pelucas.
Esto realmente se ha convertido en algo agradable y socialmente importante, porque la persona que se curó y que dona una peluca siente que ha hecho un buen acto y que ha contribuido a mejorar la autoestima de otro ser como le sucedió anteriormente a ella.
Muchas otras veces las donaciones provienen de miembros de la familia cuyos seres queridos han fallecido.
La madre de Lynn Kerr de 83 años perdió su batalla de seis años contra el cáncer de pulmón en enero pasado. Poco después, Lynn donó 2 de las pelucas de su madre al programa del hospital Princesa Margaret …
Espero que vayan a alguien que las necesita y que no tiene los medios económicos para comprarlas.
Ella dice que cuando su madre llevaba su peluca puesta… le daba más confianza, aumentaba su autoestima y hacía sus paseos públicos más fácilmente sin pensar en las miradas indiscretas.
Las pelucas donadas son enviadas a la tienda del hospital princesa Margaret y los pacientes carenciados que sufren de cáncer pueden procurarse una allí.
Es aquí donde la paciente con cáncer My Diep Phuong ha venido con su hija en busca de una peluca.
El pelo le comenzará a caer en un par de semanas y su hija ha llegado para apoyarla moralmente y para ayudarle con la traducción.
Ella sólo quiere tener una apariencia de normalidad.
Misión cumplida. Su madre sale con una peluca que se parece a su propio estilo de peinado, la peluca es gratis, es una donación de un extraño, un acto de bondad que puede ayudar a My a transitar más fácilmente su duro viaje con el cáncer
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