Un helicóptero militar fue abatido este martes en Yemen por miembros de una tribu. El ataque causó la muerte de ocho soldados, dijo un portavoz tribal.
A bordo del helicóptero viajaba el general de brigada Hussein al-Mashaba, encargado de proteger las instalaciones petroleras.
Testigos informaron que el helicóptero se encontraba volando a baja altura, disparando contra miembros de una tribu acusados de haber hecho estallar un oleoducto. Los atacados respondieron abriendo fuego con sus ametralladoras, derribando al helicóptero militar.
Los enfrentamientos estallaron entre el ejército y las tribus yemenitas tras el sabotaje de un oleoducto en Wadi Abida, en el este del país, ocurrido el pasado sábado.
Miembros de una tribu hicieron volar el oleoducto, de 320 kilómetros de longitud, que conecta los yacimientos petroleros de Safir con la terminal de Ras Issa, en el Mar Rojo.
Yemen, uno de los países más pobres del mundo árabe, enfrenta a una serie de desafíos al tratar de restablecer la autoridad del Estado desde que el presidente Ali Abdullah Saleh fue obligado a dimitir en 2011, incluyendo el constante desafío a la autoridad del Estado por parte de miembros de las tribus yemenitas.
Entre el 60 y el 70 por ciento del presupuesto nacional de este país de 25 millones de habitantes depende de los ingresos petroleros.
Yemen produce diariamente unos 300.000 barriles de petróleo. Las autoridades estiman que solamente en 2012, el país sufrió un déficit de mil millones de dólares debido al constante sabotaje de sus oleoductos, lo que redujo sus exportaciones de petróleo en un 4,5%.
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