Luego de permanecer 28 años detrás de las rejas de una prisión, el capo mexicano Rafael Caro Quintero, de 60 años, abandonó el penal gracias a una orden de libertad inmediata emitida por un juzgado.
La liberación está relacionada con una decisión de absolución proferida por un tribunal que lo consideró inocente en el expediente sobre el secuestro y asesinato del agente Enrique Camarena del Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés).
El fallo jurídico asegura que Caro Quintero había sido juzgado en el furo federal y que su caso debió haber sido tratado con el sistema de jurisdicción común debido a que el agente Enrique Camarena no se había acreditado, en México, como agente diplomático ni consular.
El reconocido narcotraficante, creador del cártel de Guadalajara en la década de los 80, había sido condenado a penas acumulativas de 199 años de cárcel. Sin embargo, la ley no permitía ese tipo de sentencias y se le impuso la más importante: 40 años.
Ahora, las autoridades mexicanas están revisando si existe una solicitud de extradición de Estados Unidos contra Caro Quintero y estudiando las posibilidades jurídicas frente al fallo judicial que lo puso en libertad.
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