El ex asesor de inteligencia de EE.UU., Edward Snowden, pasará el próximo año en Rusia, donde finalmente se le concedió asilo. Snowden es el que reveló que el gobierno de Estados Unidos podía espiar a casi cualquier persona a través de Internet, sin necesidad de obtener una orden de la corte.
EscucheEsta semana, el periódico británico The Guardian ha confirmado esta información, revelando detalles sobre las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., la cual sería capaz de realizar un seguimiento de las personas, a través de sus mensajes de correo electrónico, las páginas web que consultan, las redes sociales y los GPS.
Según Edward Snowden, las autoridades estadounidenses se han basado en la cooperación del gigante de las telecomunicaciones en los Estados Unidos, Verizon, que transmitió miles de datos al gobierno. Sin embargo, esta misma Verizon quiere expandirse a Canadá en el ámbito de la telefonía móvil, para disgusto de los actuales gigantes de la industria, Bell, Rogers y Telus. En el contexto actual, los eventuales clientes de Verizon ¿deberían preocuparse que sus datos sean transmitidos por la empresa al gobierno de EE.UU. o de Canadá?

En nombre de la lucha contra el terrorismo, ¿debe abandonarse el derecho a la privacidad?
Pierrot Peladeau es investigador asociado del CEFRIO, Centro Francés para la informatización de las organizaciones, con sede en Montreal.
Él explica que la NSA es una empresa que cuenta con 40 000 empleados y con un presupuesto que se sitúa en los 10 mil millones de dólares. A fin de año, la NSA tendrá un nuevo edificio de 100 mil pies cuadrados en el estado de Utah consagrados a estantes con computadoras. Estas nuevas instalaciones que se agregan al parque informático ya existente van a permitir realizar el gran fantasma de la administración Bush hijo que se llamaba conciencia informacional total mundial. Esto ya se sabía, no es nuevo dice Pierrot Peladeau. Lo nuevo es que hay alguien al interior de esa organización que de manera dramática y controvertida lleva eso a los medios.
Esas operaciones de vigilancia y de espionaje son justificadas generalmente por la lucha contra el terrorismo. El fin ¿justifica los medios?

“La NSA y su equivalente en Canadá el CSTC no son organismos de policía. Son organismos de espionaje electrónico. Su campo de acción es primero el geopolítico: saber que pasa militarmente con sus competidores, luego lo que sucede diplomáticamente y después de la caída del Muro de Berlín, saber lo que pasa comercialmente. La lucha contra el terrorismo es el pretexto que justifica todas las colosales inversiones que se hacen.”
En Canadá no se puede espiar a un ciudadano a menos que se obtenga un mandato del juez. ¿Cuál es la diferencia entre EEUU y Canadá en materia de protección de la vida privada?
Pierrot Peladeau sostiene que hay que saber que la NSA presta sus servicios, su capacidad de tratamiento, al FBI. ES el FBI el que obtuvo la orden de telecargar los datos de las telecomunicaciones de todos los clientes de Verizon. Es decir, la NSA ofrece su capacitación pero es el FBI que tiene el mandato de espiar a los ciudadanos.
Una compañía como Verizon, que operaría eventualmente en ambos lados de la frontera ¿podría utilizar por ejemplo su división estadounidense para investigar sobre los canadienses y viceversa? ¿Podría evitar las leyes nacionales?
Esto pone sobre la mesa el problema de las leyes nacionales en esta época de internet. Porque puede muy bien existir una ley en Canadá que prohíbe ciertas prácticas, pero si se tiene un sitio internet o si se opera del exterior del país, se puede pasar por encima de la ley nacional. Para el común de los mortales, ¿cómo se puede prevenir esta invasión de la vida privada aparte de desenchufarse de internet?
“En tanto que utilizador, consumidor y ciudadano existen herramientas de desciframiento que permiten sustituir las direcciones IP y los servidores para poder escapar a ese tipo de vigilancia. En tanto que consumidores podemos pedir a nuestros proveedores que nos digan exactamente en qué medida nuestros datos están protegidos por el desciframiento y por medidas internas, legales. Tienen que rendir cuentas. Y sobre todo en tanto que ciudadanos tenemos que pedir cuentas al gobierno canadiense”.
Pierrot Peladeau expresa que hay que pedir mucha transparencia y datos precisos, porque hay que controlar democráticamente ese trabajo de espionaje. No permitir que las tareas de espionaje pasen a la policía porque entonces todos los ciudadanos podrían ser objeto de vigilancia como parece hacerlo ahora el FBI con los ciudadanos estadounidenses.
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