Un paciente ha desarrollado una enfermedad neurológica rara, nueve meses después de un ataque cerebral, que lo deja disgustado por las palabras impresas en un cierto tono de azul y lo lleva al éxtasis por el sonido de la música de los instrumentos de metal, según un neurocientífico de Toronto.
Escuche
Imagina que cada vez que ves un tono de azul sientes el sabor de frambuesas. Que cuando escuchas un sonido particular… ves colores que se arremolinan en tu mente.
No, no es una locura…Es una enfermedad neurológica muy rara llamada sinestesia. Y en Toronto hay un hombre que lucha con esa enfermedad.
El caso, que se describe en la revista Neurology, implica a un paciente de 45 años de edad en Toronto que en un principio estuvo muy asustado por las experiencias contradictorias que comenzó a experimentar. Es sólo el segundo caso conocido en el mundo de un paciente en desarrollar la condición neurológica después de una lesión cerebral.
Instrumentos de metal de tono alto, como los que se tocan en el tema de las películas de James Bond le provocaron sentimientos de éxtasis y crearon destellos de color azul claro en su visión periférica. También una gran iluminación en partes de su cerebro durante las pruebas, dice el informe.

«Lo escuché algún tiempo después del ataque fulminante y me fui a dar un paseo que fue cósmico y maravilloso», dijo el paciente en una entrevista en YouTube en el hospital.
Por el contrario, cuando escuchó el bombardino mientras realizaban el estudio el hombre dijo que la reacción se cortó.
«Es como si usted tomó un par de tijeras y cortó. Pero cuando la música de Bond comienza de nuevo, puedo volver a subir en mis sensaciones.»
La condición neurológica llamada sinestesia es rara y la mayoría de las que la tienen la adquieren al nacer. Las personas que la han tenido incluyen al autor Vladimir Nabokov, al compositor Franz Liszt, al pintor Vasily Kandinsky, y el cantante y compositor Billy Joel.
El Dr. Tom Schweizer, un neurocientífico, examinó al paciente con una máquina de resonancia magnética funcional (MRI) y comparó sus respuestas con las de seis hombres de la misma edad (45) y educación (18 años), mientras cada uno escuchaba el tema de James Bond y un solo de bombardino.

El único aspecto diferente aquí es que el cerebro del paciente estaba tratando desesperadamente de fijarse después del derrame, pero al hacerlo mezcló algunos cables que normalmente no se comunican. «Así surgió la sinestesia.»
Las áreas del cerebro que se iluminaron al escuchar el tema de James Bond están implicadas en la navegación espacial, la memoria, el procesamiento visual y auditivo, dijo Schweizer.
En los controles solo se activaron las zonas de la corteza auditiva. Los pacientes y los sujetos de control vieron 10-segundos de bloques de palabras en diferentes colores.
Las respuestas del paciente fueron:
Negro: no hubo respuesta emocional.
Amarillo: asco leve.
Azul: intenso disgusto.
El derrame cerebral del paciente se produjo en el tálamo, la estación central de retransmisión del cerebro. Después del incidente, el paciente tuvo al inicio el uso restringido de su brazo. «Tuvo mucha suerte de sobrevivir al ataque en esa área del cerebro», dijo Schweizer.
El único otro caso reportado después de una lesión cerebral afectó a la misma zona del cerebro, dijeron los investigadores. El paciente informó de una sensación de hormigueo provocado por los sonidos, pero sin un componente emocional. Otras personas con esa condición a las que se les mostraron la palabra «gato» en verde, por ejemplo, a menudo experimentan un sentimiento de «maldad» si «gato» es mostrado en un color diferente, dijeron los autores.
«Este sentimiento, aunque técnicamente es una emoción, es muy diferente de las experiencias emocionales intensas que siente nuestro paciente,» concluyeron Schweizer y sus co-autores. Su artículo se titula «Desde el tálamo con amor: una ventana rara en el Locus de sinestesia emocional.»
Explicación biológica
Muchos investigadores, como Daphne Maurer, de la Universidad de Macmaster (Canadá), demuestran que todos los bebés de menos de cuatro meses de edad presentan un cerebro sinestésico o fusión de los sentidos. Esto se debe a que a esa temprana edad el cerebro todavía no ha realizado la especialización de las distintas áreas ante estímulos sensoriales. Las conexiones sinápticas entre las áreas permanecen unidas. De esta forma los bebés responden de manera similar a estímulos de diferentes clases (sonido de una nota musical, una luz brillante).
En el proceso de desarrollo se produce una “poda neuronal» debido al alto crecimiento de conexiones sinápticas, en la que cada conexión sináptica se va especializando ante estímulos de diferente índole. En el cerebro de una persona sinestésica la poda sináptica es menor o bien no se produce; los sinestésicos quizá mantienen intactos los enlaces sensoriales ante tareas sensoriales implicadas, lo que da lugar a este tipo de activación simultánea ante los distintos estímulos sensoriales, lo que explica que la sinestesia dure toda la vida.
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