La Oficina provincial de intervención a favor de los niños y jóvenes de la provincia de Ontario informó que hay graves problemas en el Centro de detención de jóvenes más grande del país.
En un informe difundido esta semana, Irwin Elman, el responsable de esta institución de protección de los niños y jóvenes en la provincia más populosa y multiétnica del país, informó que algunos niños y jóvenes, de 12 a 18 años, son encerrados y mantenidos sin comunicación alguna y a menudo son sometidos al uso excesivo de la fuerza.
Al momento de su inauguración, el Centro de detención juvenil Roy McMurtry, ubicado en la ciudad de Brampton, y con una capacidad de 192 internos, debía ser una institución modelo, cuyo énfasis mayor debía ser la orientación de los jóvenes. Pero ese no es el caso.
Visto desde afuera, el Centro de detención juvenil Roy McMurtry parece más una prisión. Se pueden ver las altas cercas del alambrado, los muros de ladrillo.
Lo que pasa a interior de esos muros le preocupa a Irwin Elman, el responsable de la protección de los niños y jóvenes en la provincia de Ontario. Él explica que los jóvenes que se encuentran encerrados en esa institución en principio no deberían ser tratados como prisioneros.
En su lugar, esos jóvenes deberían recibir asesoramiento y consejo. Deberían tener acceso a programas diseñados para ayudarles y darles herramientas para hacer frente al mundo exterior una vez que sean liberados.
Elman ha investigado una serie de quejas presentadas por los jóvenes, que se han ido acumulando con el curso de los años.
Las quejas detallan situaciones como la negación de alimentos o la falta de mantas para dormir en el frío de las noches.
Otros jóvenes denunciaron que, como forma de castigo, se les negó el acceso a los servicios de orientación y otros programas diseñados para ayudarles.
Entre las quejas de los niños y jóvenes, están las que hace referencia a la violencia.
Casi la mitad de los niños entrevistados informó que vio a miembros del personal de centro de detención utilizar fuerza excesiva.
Irwin Elman cuenta que uno de los jóvenes detenidos informó que vio al personal del Centro de detención juvenil Roy McMurtry golpear la cabeza de los niños contra el suelo, como forma de contenerlos por la fuerza.
Ese no es el clima de detención que se esperaba de un centro de detención inaugurado en 2009 y que prometía un trato diferente.
Para la abogada Mary Birdswell lo que está ocurriendo detrás de los muros de ese centro para los jóvenes no es una novedad.
Ella también ha escuchado las quejas de los jóvenes que debían permanecer en ese centro de detención mientras esperaban que se lleve adelante su proceso judicial.
Casi la mitad de ellos le contaron que fueron encerrados en salas de aislamiento.
Estos niños y jóvenes ya se encuentran encarcelados, y encima de esto, ellos son encerrados en áreas de total aislamiento hasta por quince días. Esto es algo absolutamente inaceptable.
Mary Birdswell, directora ejecutiva de la Clínica legal de justicia para los niños y jóvenes en Toronto.
La ministra de la provincia de Ontario de Servicios para niños y jóvenes, Theresa Peruzza, dijo que su departamento ha tomado en serio este informe y que pese a las críticas, el Centro de detención juvenil Roy McMurtry se ha unido a más de 30 grupos comunitarios, todos orientados a ayudar a los jóvenes, pero admite que todavía hay mucho que hacer para mejorar la situación de aquellos niños y jóvenes de Ontario que por diversas razones enfrentan dificultades con la ley.
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