En Tierras canadienses, una de las principales exponentes del flamenco es Esmeralda Enrique, una bailarina experimentada, nacida en Estados Unidos, hija de latinoamericanos que fue una reconocida bailarina de flamenco en España.
Residente en Toronto, donde creó una academia y una compañía de flamenco, Esmeralda llegó a Canadá para hacer presentaciones con un grupo español pero, durante la gira, el amor golpeó a las puertas de su corazón y decidió quedarse en el país.
El flamenco es un arte que presenta música y baile. El cantaor y la guitarra son lo fundamental de la parte musical aunque son acompañados por las palmas y otros instrumentos como la percusión. El baile, que es bastante difícil, es expresivo y presenta movimientos coordinados de los pies, las caderas, los brazos, las manos, los hombros y la cabeza.
En Canadá, el flamenco es apreciado por sus coreografías estéticas y coordinadas, por las voces de sus cantaores (cantantes), por la magia de los acordes de guitarra, por la sonoridad de las palmas y la clara combinación del alma con la música, el cuerpo y la técnica.
En todo el mundo, la práctica de este baile y esta música siguen siendo reservadas para grupos de bailarines y músicos que deciden abordar el desafío de aprender y practicar este arte procedente de Andalucía, en España, que exige mucha disciplina, amor por lo que se baila y se toca y gran una expresividad.
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