El gobierno sirio desmintió las informaciones e imágenes, entregadas por los grupos opositores, según las cuales la utilización de un gas neurotóxico habría causado la muerte de decenas de personas de todas las edades.
Los voceros de la oposición aseguraron que fuerzas gubernamentales bombardearon, durante las primeras horas de la mañana, los barrios de Ain Tarma, Zamalka y Djobar, en Ghouta oriental. Las mismas fuentes opositoras hablan de más de 100 muertos.
Las imagenes, entregas à los medios de comunicación por la llamada Comision General de la Revolución Siria, un grupo de coordinación de los grupos opositores, muestran decenas de niños, mujeres y hombres en el piso.
Las informaciones provenientes de Siria citan las declaraciones de la enfermera Bayan Baker, quien trabajaría en Duma, à unos 10 kilómetros de la capital, como el origen de las informaciones sobre la cantidad de víctimas.
La enfermera habría obtenido informaciones sobre el estado de los pacientes recibidos en los centros de salud de la región.
Además, la misma enfermera aseguró hacer visto pacientes que «presentan los síntomas típicos de las víctimas de ataques neurotóxicos, según los médicos».
El gobierno sirio, por su parte, insistió en que las informaciones son falsas y aseguró que ellas sostienen al terrorismo.
El presunto ataque se habría producido pocas horas después de que llegara á Siria una comisión de Naciones Unidas, autorizada por el gobierno, que debe investigar si en el conflicto interno de ese país se han usado armas químicas.
À nivel internacional, Inglaterra pidió al Consejo de Seguridad de la ONU reaccionar rápidamente frente à las denuncias de la oposición sobre la utilización de armas químicas.
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