El derrocado presidente de Egipto, Hosni Mubarak, podría recobrar su libertad, mañana, luego de que un tribunal de ese país aceptó otorgarle la libertad condicional.
Mubarak perdió el poder, a principios del 2011, y fue encarcelado preventivamente, durante un proceso penal en su contra, por su presunta complicidad en los asesinatos de manifestantes durante la represión de las protestas en contra de su gobierno.
Aunque el proceso continúa, el tribunal consideró que la detención preventiva de Mubarak llegó al término máximo posible.
El ex presidente tiene 85 años y se presentó ante el tribunal, hoy, para responder por la muerte de unos 800 opositores durante la revolución popular que vivió su país entre enero y febrero del 2011.
Mubarak había sido condenado, en primera instancia, en junio del 2012, junto a su ex ministro del Interior, a la cadena perpetua por los crímenes de los que fue acusado.
Sin embargo, la defensa del derrocado presidente apeló la decisión y no tiene la obligación de permanecer en prisión durante el estudio de la sentencia.
Mubarak está detenido en la cárcel de Tora ubicada en la periferia del Cairo, la capital del país.
La decisión jurídica de liberación condicional llega en momentos en los que Egipto vive protestas y confrontaciones entre el poder actual y los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y del destituido presidente Mohamed Morsi.
Según las cifras conocidas, hasta el momento, unas 850 personas, entre ellas 70 policías y soldados, habrían perdido la vida en las confrontaciones de los últimos días.
La liberación de Mubarak, si se concreta, podría aumentar las tensiones y los conflictos internos del país.
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