La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inauguró este martes la Asamblea General anual de Naciones Unidas con un discurso que incluyó severas críticas contra Estados Unidos por sus actividades de espionaje de las comunicaciones de países aliados como el suyo.
«Entrometerse de semejante manera en la vida y los asuntos de otros países es una violación del derecho internacional y, como tal, es una afrenta a los principios que deben regir las relaciones entre los países, especialmente entre naciones amigas», declaró Rousseff en la reunión anual de los líderes del mundo en la sede de la ONU en Nueva York.
Rousseff, quien de acuerdo a reportes de prensa fue blanco del espionaje estadounidense efectuado por la Agencia de Seguridad Nacional, propuso crear un marco legal global para regular el Internet. También declaró que Brasil adoptará legislación y tecnología para proteger su país de actividades de espionaje y el interceptado ilegal de comunicaciones.
Indignada ante las acciones de espionaje de sus comunicaciones personales y las de la petrolera estatal Petrobras, la presidenta brasileña Rousseff decidió cancelar su visita a Estados Unidos, que debía llevarse a cabo este mes.
La información sobre las actividades de espionaje estadounidense sobre Brasil fue conocida gracias a las filtraciones de Edward Snowden sobre las actividades de la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad.
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