El informe del Grupo de Expertos Intergubernamentales sobre la Evolución del Clima, GIEC, señala todavía más claramente al hombre como el principal responsable del recalentamiento climático.
Este estudio, adoptado este viernes y cuyo objetivo es concienciar a los gobiernos del mundo entero sobre las causas y los riesgos de un recalentamiento climático, advierte que los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero (GES por sus siglas en francés) se harán sentir durante los siglos venideros.
Los especialistas predicen que la desaceleración del recalentamiento climático constatada a principios del siglo XXI no será duradera.
Reunidos desde el lunes en Estocolmo, Suecia, los miembros del GIEC están de acuerdo en que las actividades humanas son de una forma “extremadamente posible”, es decir con una probabilidad de por lo menos 95%, la causa principal de recalentamiento del planeta desde mediados del siglo XX. Esta probabilidad era de 90% en el informe precedente del GIEC en 2007 y de 66% en el de 2001.
El informe minimiza el hecho que las temperaturas han aumentado más lentamente en los últimos 15 años, aclarando que las variaciones naturales substanciales velan a largo plazo el recalentamiento.
Para los expertos del GIEC, la Tierra debería conocer un aumento del recalentamiento y de fenómenos extremos (canículas, sequías, inundaciones y aumento del nivel de los mares) a medida que se acumulan los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Los océanos se acidificarán, lo que pondrá en peligro una buena parte de la vida marina.
El informe, compilado a partir de los trabajos de centenares de expertos, será examinado a la lupa, ya que se encontró un error en el de 2007 que exageraba el índice de derretimiento de los glaciares en el Himalaya. Un estudio exterior al GIEC, realizado ulteriormente, concluyó que dicho error no afectaba las conclusiones generales del informe.
Los “climato-escépticos”, que ponen en duda el peso de las actividades humanas en el recalentamiento y la necesidad de una acción urgente, serán alentados por el hecho que las temperaturas aumentaron recientemente a un ritmo más leve a pesar del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero el GIEC dice, como lo dijo en 2007, que la tendencia al recalentamiento es inequívoca y que ciertas consecuencias se harán sentir muchísimo más allá de la existencia de las personas con vida hoy en día.
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