Según fuentes policiales y médicas, una serie de atentados al carro bomba cometidos este lunes (hora local) en barrios chiitas de Bagdad, Irak, dejaron un saldo de 54 muertos y decenas de heridos.
El más sangriento se llevó a cabo en Sadr City, donde una explosión a proximidad de un grupo de trabajadores dejó por lo menos 7 muertos, entre los que se encuentran dos militares.
En total 14 atentados al carro bomba se llevaron a cabo en la capital iraquí. Hasta el momento ninguno ha sido reivindicado, pero los fundamentalistas sunitas multiplican sus ataques contra los chiitas, considerados por ellos como infieles.
El diferendo religioso entre las comunidades sunita y chiita se acentuó con la guerra civil en Siria, país vecino, poniendo en peligro el frágil equilibrio instaurado en Irak entre las facciones chiitas, kurdas y sunitas.
Los chiitas en general, el personal empleado en la seguridad gubernamental, sin distinción de confesión religiosa y los miembros de la milicia sunita “Sahua”, apoyada por los poderes públicos, se encuentran en el blanco de Al-Qaeda y los insurgentes sunitas.
Este domingo, un atentado suicida dejó por lo menos 40 muertos y unos 50 heridos al interior de una mezquita chiita de Mussaiab, situada a unos 60 kilómetros de Bagdad.
Según la misión de Naciones Unidas en Irak, alrededor de 800 iraquíes murieron el mes pasado en atentados y otros actos de violencia.
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