Argentina perdió este lunes la primera ronda en una batalla crucial sobre el pago de los bonos que se lleva a cabo en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Los jueces se negaron a escuchar la apelación argentina sobre una decisión que forzaría a Argentina a pagar cerca de 1.400 millones de dólares en efectivo a un grupo de fondos de alto riesgo, o ir a un incumplimiento de pago en la mayoría de los demás bonos emitidos para cumplir con las deudas derivadas de la crisis de 2001 que afectó seriamente la economía del país.
Esta decisión era esperada y sin duda no será la última acción de Argentina ante la Corte Suprema estadounidense.
Aunque algunos analistas señalaron que las posibilidades de un resultado diferente disminuyen con cada apelación, Argentina todavía tiene maneras de retrasar el resultado final durante varios meses.
El gobierno argentino ya pidió al pleno de la segunda Corte de Apelaciones en Nueva York que reconsidere las conclusiones de uno de sus paneles de tres jueces. También podría apelar la decisión en Washington.
Los jueces no hicieron comentarios sobre su decisión emitida este lunes. Tampoco hubo una reacción inmediata por parte de Buenos Aires.
En Argentina los médicos le ordenaron este fin de semana a la presidenta Cristina Fernández que tome un mes de descanso tras descubrir una “colección subdural crónica” en su cerebro, una situación que podría requerir cirugía.
El vicepresidente Amado Boudou quedó a cargo interinamente del Poder Ejecutivo tras firmar el acta de traspaso de mando debido al reposo de 30 días dispuesto por los médicos de la mandataria Cristina Fernández.
Boudou encabezó un acto en la Casa Rosada y aseguró que, tal como lo pidió la presidenta, se mantendrá la gestión «con toda la fuerza y con un solo camino».
El caso de los bonos impagos surgió a raíz de la crisis financiera que devastó Argentina hace unos doce años, cuando el gobierno se vio obligado a dejar de pagar un récord de 100 mil millones de dólares en deudas, lo que hizo que algunos inversionistas se encuentren de la noche a la mañana con bonos argentinos casi sin valor.
Más del 90 por ciento de los tenedores de bonos han estado recibiendo pagos por años desde que acordaron cambiar sus bonos sin rendimiento por nuevos bonos que inicialmente pagaron menos de 30 centavos por cada dólar de mala deuda.
Algunos otros tenedores de esos bonos iniciales, encabezados por NML Capital Ltd., un fondo de alto riesgo administrado por el multimillonario estadounidense Paul Singer, presentó una demanda y ganó su caso ante el juez de distrito estadounidense Thomas Griesa.
La presidenta argentina Cristina Fernández se ha negado reiteradamente a pagar a estos demandantes. Dijo que no les dará «ni un solo dólar», llamándolos buitres que se dedican a saquear las economías emergentes.
Fernández está dispuesta a desafiar a los tribunales de EE.UU. mediante la preparación de otro canje de deuda, esta vez garantizado por las leyes de Argentina.
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