Los atletas profesionales hacen la promoción de alimentos y bebidas poco saludables a través de publicidades de productos que envían mensajes contradictorios a los niños acerca de la dieta y la salud, y que deben ser reconsiderados , sostienen expertos en salud pública.
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En la edición del lunes de la revista Pediatrics , los investigadores evaluaron la calidad nutricional de los productos avalados por las celebridades .
Entre esos atletas de élite estudiados figuran:
• McDonald y Sprite por LeBron James de la NBA.
• Gatorade y Pepsi- Cola por Peyton Manning de la NFL.
• Galletas Kraft y Oreo y Gatorade por la tenista Serena Williams.
• Gatorade y Tim Hortons por el jugador de la NHL Sidney Crosby.

Marie Bragg del Centro Rudd para Políticas Alimentarias y Obesidad en New Haven, Connecticut, y sus co -autores encontraron que 79 por ciento de los 62 productos alimenticios en las publicidades respaldadas por los atletas, eran densos en calorías y pobres en nutrientes.
Alrededor del 93 por ciento de las 46 bebidas publicitadas tenían un 100 por ciento de sus calorías por la azúcar añadida.
«La promoción de la densidad de energía- productos pobres en nutrientes. por parte de algunos de los atletas más en forma físicamente y bien conocidos en el mundo, es una combinación irónica que envía mensajes contradictorios acerca de la dieta y la salud «, dijeron los autores del estudio.
«Los atletas profesionales tienen una importante oportunidad de promover la salud pública, en particular para los jóvenes, si se niegan a esos contratos de patrocinio «, que promueven la comida chatarra .
Los autores también piden a los gobiernos de todo el mundo de examinar las políticas que restringen la publicidad de alimentos que ofrecen los atletas profesionales en los medios dirigidos a los jóvenes.

El Dr Yoni Freedhoff , un médico de familia y experto en obesidad de la Universidad de Ottawa, está de acuerdo con los investigadores en que hay que rechazar el endosos de comida chatarra por las celebridades deportivas.
Estamos luchando como sociedad con enfermedades infantiles crónicas que no deberían existir en la infancia y que son consecuencia en gran parte de los alimentos chatarra que estas celebridades están apoyando.
Si uno les pregunta a los niños si esa publicidad tiene algún efecto en ellos, la respuesta será no.
Pero están equivocados.
Los estudios han mostrado que publicidades como éstas pueden hacer que la comida parezca más sana… y dar lugar a un mayor consumo.
¿Habría una manera de combatir esa tendencia?
Yoni Freedhoff dice que hay que prohibir las publicidades de comida chatarra dirigidas a los niños.
Porque la educación sola, dice, es como luchar contra una inundación sin haber tomado clases de natación.
Es imposible evitar el impacto de la publicidad sobre una base regular y continua.
Es un negocio lucrativo.
Pero un día, dice el experto canadiense, los costos serán mayores que los beneficios
La opinión pública se despertará.
Y sus héroes serán condenados por avalar la publicidad de alimentos chatarra, como ya ocurre con la promoción de cigarrillos.
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