Los ataques con aviones no tripulados, tema que envenena las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán, dos países aliados, fueron evocados el miércoles en la Casa Blanca.
En su primera visita a los Estados Unidos desde que asumió el cargo en la primavera pasada, el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif ha pedido al presidente Barack Obama que detenga los ataques de “drones” contra Pakistán.
Sin embargo, no dio detalles sobre la respuesta del presidente de EE.UU.
Por su parte, Obama dijo que las relaciones entre los dos países estaban «basadas en los principios de respeto a la soberanía y la integridad territorial», al tiempo que reconoció la existencia de tensiones y «malentendidos » entre ellos.
Desde el año 2004, entre 2000 y 4700 personas, entre ellas cientos de civiles, según diversas estimaciones, murieron por los disparos de aviones no tripulados en las áreas tribales del noroeste de Pakistán.
El martes, en la víspera de su reunión con Obama, el primer ministro paquistaní recordó, en un discurso en Washington, que una conferencia de todos los partidos en Pakistán había llegado a la conclusión de que «el uso de aviones no tripulados no sólo era una violación de la soberanía «del país», sino que también se producía a expensas » de los esfuerzos de Pakistán en su lucha contra el terrorismo.
El mismo día, Amnistía Internacional publicó un informe crítico sobre el uso de aviones no tripulados de Estados Unidos, diciendo que Washington se arrogó el «derecho a matar pasando por encima de los tribunales y las normas fundamentales del derecho internacional. »
La ONG criticó también la «ambigüedad » de Pakistán que considera oficialmente esos ataques como violaciones de la soberanía, pero juzga en privado muchos de ellos como «útiles», según AI.
La Casa Blanca respondió asegurando que » las operaciones antiterroristas de Estados Unidos son precisas […] Legales y eficaces. «
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