El depuesto presidente egipcio Mohamed Morsi desafió a los jueces en el primer día de su proceso por incitación a la violencia que comenzó, hoy, en el Cairo.
El ex mandatario gritó consignas como “Abajo el régimen” y dijo que era el único jefe “legítimo” del Estado egipcio.
El dirigente islamista, destituido por el ejército el pasado 3 de julio, luego de grandes manifestaciones en su contra, mostró su enojo en varias ocasiones y el tribunal tuvo que suspender la audiencia y aplazar el proceso hasta el próximo 8 de enero.
Mohamed Morsi, quien estuvo detenido en un lugar secreto desde el día de su destitución, podría ser condenado, incluso, a la pena de muerte o a la cadena perpetua si es considerado culpable de los cargos que se le imputan.
Junto al ex presidente también están siendo procesadas otras 14 personas de la dirigencia de los Hermanos Musulmanes.
Los procesos incluyen acusaciones de incitación a la violencia y tortura de manifestantes y están relacionadas con los enfrentamientos entre grupos de los Hermanos Musulmanes y los manifestantes que protestaron, en diciembre del 2012, contra Morsi y contra un decreto que daba más poderes al entonces presidente.
Decenas de personas perdieron la vida durante las manifestaciones y los enfrentamientos con los grupos que apoyaban al destituido mandatario.
El proceso contra Morsi no es transmitido por la televisión y los periodistas no pueden usar el teléfono celular en la sala de audiencias que fue instalada en una escuela de policía y a la que el ex mandatario fue trasladado en helicóptero.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.