Una masiva auditoría de las políticas en materia de conservación del Gobierno federal canadiense reveló un cuadro generalizado de abandono y falta de interés ante el patrimonio natural de Canadá.
El estudio de nueve capítulos llevado a cabo por Neil Maxwell, comisionado canadiense para el medioambiente y el desarrollo sostenible, muestra repetidamente una falta de estrategias, de planes y recursos necesarios para mantener o mejorar todo, desde la biodiversidad básica y las especies en riesgo de extinción al estado de los parques nacionales.
En el prefacio al informe, Maxwell escribe que ve una gran brecha entre los compromisos asumidos por el gobierno de Stephen Harper y los resultados logrados.
La preocupación del comisionado Maxwell por la brecha entre los discursos del gobierno y sus actos fue gráficamente ilustrada este martes poco después de la presentación de la auditoría al Parlamento, cuando la ministra de Medioambiente, Leona Aglukkaq, emitió una respuesta que ignoró claramente la principal preocupación en ese informe.
«Como nación ártica, con una biodiversidad rica y única, Canadá continúa fortaleciendo la protección del medioambiente y la conservación, lo que lleva a ecosistemas saludables que en última instancia beneficiarán a la economía y a la salud de los canadienses», decía un comunicado del gobierno citando a la ministra Aglukkaq.
El gobierno conservador canadiense ha hecho una virtud política de la creación de nuevos parques nacionales y áreas silvestres protegidas, pero la auditoría presentada en el Parlamento muestra que las declaraciones del gobierno son retórica hueca.
Canadá no cuenta con una estrategia básica para cumplir con sus obligaciones internacionales para el 2020, que son promesas de Ottawa en virtud de un tratado de Naciones Unidas sobre la diversidad biológica. En consecuencia el gobierno canadiense ni siquiera ha comenzado a identificar cuáles son las medidas necesarias que deben tomarse.
La auditoría de las políticas en materia de conservación dice que “sin una clara y específica definición de cómo el Departamento Canadiense del Medioambiente ve su rol y qué es lo que quiere lograr como objetivo nacional, será difícil determinar cuáles son los planes para lograr un objetivo o qué recursos serán necesarios.”
Esto implica que las promesas del gobierno canadiense sobre la biodiversidad para el 2020 son letra muerta.
El gobierno conservador de Stephen Harper ha mostrado poca preocupación ante el hecho de que Canadá está lejos de cumplir otro de sus compromisos internacionales que consiste en reducir para el año 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero a un 17 por ciento por debajo de los niveles registrados en 2005.
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