Brasil y Alemania presentaron oficialmente el jueves ante la Asamblea General de Naciones Unidas, una resolución exhortando los países a extender la noción de derecho a la vida privada a los intercambios en la WEB y a los otros medios de comunicación electrónica.
Esta proposición fue hecha después de los informes según los cuales Estados Unidos habría espiado algunos líderes extranjeros, entre los que se encuentran la presidenta de Brasil, Dilma Roussef y la Canciller alemana, Angela Merkel. Estas alegaciones provocaron cólera y consternación entre los aliados de Estados Unidos.
Dilma Roussef anuló una visita oficial a Washington después que documentos confidenciales divulgados por Edward Snowden, ex analista de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA por sus siglas en inglés), hubieran revelado que esta agencia había infiltrado la red informática de la compañía petrolera estatal brasileña Petrobras y había espiado correos electrónicos y llamadas telefónicas en los países sudamericanos.
Recientemente, Angela Merkel y otros dirigentes europeos expresaron su descontento con respecto a los rumores según los cuales la NSA habría puesto sobre escucha electrónica el teléfono celular de la canciller alemana e interceptado millones de llamadas telefónicas en Francia.
La resolución presentada el jueves al comité de la Asamblea General de la ONU responsable de los derechos de las personas no señala a ningún culpable.
Y aunque las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas no tienen ningún aspecto que coaccione en el plano legal, reflejan no obstante, la opinión de la comunidad internacional y pueden tener cierta influencia moral y política.
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