Una comisión parlamentaria rumana se apresta a rechazar este lunes un proyecto de ley que habría permitido la explotación de la mayor mina de oro a cielo abierto Europa.
Esto tras 14 años de protestas y debates sobre si la inversión extranjera y los puestos de trabajo creados son suficientes como para justificar los daños medioambientales que causará la iniciativa de la minera canadiense.
La minera Gabriel Resources quiere usar cianuro para extraer unas 314 toneladas de oro y unas 1.500 toneladas de plata en el pueblo de Rosia Montana en el noroeste de Rumania. El plan de la empresa incluye la destrucción de cuatro montañas y la creación de un lago de cianuro, un químico altamente tóxico.
El gobierno del primer ministro Victor Ponta envió en principio un proyecto de ley al Parlamento rumano pidiendo la aprobación del proyecto canadiense, pero más tarde cambió de opinión tras semanas de protestas en las ciudades rumanas en defensa del medioambiente y las críticas que señalaban que Rumania ganaría muy poco al aceptar ese proyecto.
Este lunes el primer ministro Víctor Ponta dijo que la coalición de gobierno tiene la intención de rechazar ese proyecto minero, añadiendo que el gobierno apoya la inversión extranjera en el área de recursos naturales.
Jonathan Henry, director general de la minera canadiense Gabriel Resources, se negó a hacer comentarios, indicando que esperaba ver el informe.
Los partidarios del proyecto de la mina de oro señalan que traerá a Rumanía la inversión extranjera y creará puestos de trabajo en una zona deprimida.
El presidente rumano Traian Basescu, anteriormente firme partidario del proyecto, se ha distanciado de éste y ahora dice que es neutral.
Basescu acusó a Ponta, su rival político, de haber aceptado dinero a cambio de su apoyo al proyecto, una acusación que niega el primer ministro rumano.
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