Los filipinos, que en lengua tagalog son también llamados kababayans, conforman en la actualidad el grupo más grande de recién llegados en Calgary, en la provincia de Alberta.
Según datos del Censo Nacional de 2011, los inmigrantes provenientes de las Filipinas representan casi 13.000 de los más de 68.000 recién llegados a la ciudad.
“Somos casi 50.000 filipinos en Calgary”, dice Frank Tigley, presidente de la Filipino Christina Fellowship y presidente del Club de filipinos de la tercera edad en Calgary.
Tras el paso del tifón Haiyan, que los filipinos llaman Yolanda, los kababayan en Calgary están preocupados por la suerte corrida por sus familias. Esto después de que funcionarios de gobierno en las Filipinas indicaron que el número de víctimas fatales podría elevarse a más de 10.000 personas. Este desastre preocupa a una mayoría de los miembros de la comunidad filipina de Calgary.
Como se puede imaginar, todo el mundo está preocupado. Todos han estado intentando entrar en contacto con sus familias en las Filipinas, sobre todo en las provincias de Samar y Leyte. Y vengan de donde vengan, los filipinos en Calgary están tratando de hacer algo para ayudar ante el desastre. Estamos colectando fondos en diversos lugares de la ciudad, además de realizar actividades para reunir dinero y ayudar a los filipinos en Filipinas.
Frank Tigley, kababayan en Calgary.
Cientos de miles de personas han quedado sin techo y no hay electricidad en gran parte de la zona afectada en el sureste de Asia.
En Calgary la organización humanitaria Socorro Samaritano está reuniendo unos 3.000 estuches de higiene para las víctimas del tifón.
La mayoría de los aeropuertos de la zona están cerrados, por lo cual esta organización está pensando en hacer llegar los suministros a las zonas afectadas utilizando helicópteros.
Por su parte, el ministro canadiense de Relaciones Exteriores, John Baird, manifestó que Canadá está listo para ayudar a los filipinos ante este desastre sin precedente, añadiendo que Ottawa entregará a los organismos de ayuda un dólar por cada dólar donado por la población canadiense.
Según Frank Tigley, presidente del Club de filipinos de la tercera edad en Calgary, entre las necesidades urgentes se encuentran las comunicaciones, ya que los filipino-canadienses no logran comunicarse adecuadamente con su país de origen para saber cómo están sus familias.
En las últimas horas, Ottawa envió a Filipinas su unidad de socorro en situaciones de desastre, el DART, unidad de 200 militares capaz de proveer cuidados médicos básicos, provisión de agua potable, reparación de infraestructuras básicas y establecer sistemas de comunicación para las organizaciones que participan en el trabajo de socorro en la zona afectada.
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