El ministro canadiense de Inmigración y Ciudadanía, Chris Alexander, anunció ayer el establecimiento de medidas especiales de inmigración en apoyo de la respuesta del gobierno federal a los estragos causados por el tifón Haiyan en Filipinas.
El ministro Alexander detalló que el gobierno canadiense comenzará a agilizar las solicitudes de inmigración de aquellos filipinos «que han sido personalmente afectados por esta tragedia para asegurarse de que puedan obtener sus visas , sus papeles de residencia permanente , o cualquier otro tipo de ayuda que necesiten de manera rápida y eficiente de parte de Canadá en materia de inmigración.»
Además de dar prioridad a la tramitación de las solicitudes de visa o de inmigración de los filipinos que fueron «significativa y personalmente » afectados por el tifón, la embajada canadiense en Manila también acelerará el tratamiento de las solicitudes de los canadienses que se encuentran sin documentos de viaje a consecuencia del tifón .
Por otra parte, las solicitudes de los ciudadanos filipinos que se encuentren temporalmente en Canadá y que deseen prolongar su estancia serán evaluadas de una manera “compasiva y flexible”, explico el ministro canadiense de Inmigración y Ciudadanía, Chris Alexander.
Canadá inicialmente prometió una ayuda de 30,000 dólares para ayudar a las Filipinas. Más tarde, tras el paso del tifón Haiyan, Canadá anunció una contribución inicial de cinco millones de dólares para ayudar a los afectados .
Veinticuatro horas más tarde, Ottawa puso en marcha el Fondo de Ayuda Haiyan, en el que el gobierno se compromete a dar un dólar por cada dólar donado por los ciudadanos canadienses para paliar la situación que enfrenta la población filipina afectada por el tifón.
El ministro canadiense de Defensa Nacional, Rob Nicholson, anunció ayer por su parte el envío de un segundo avión de transporte militar a Filipinas como parte de la contribución canadiense.
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