La Asamblea Nacional francesa adoptó este miércoles un proyecto de ley para luchar contra la prostitución en Francia en el que se penaliza al cliente.
El texto fue adoptado por 268 votos a favor, 138 en contra y 79 abstenciones. La ley castiga la compra de servicios sexuales con una multa de 1.500 euros, equivalente a unos 2,200 dólares canadienses.
Antes de entrar en vigor, esta ley debe ser aprobada por la Cámara Alta del Parlamento, instancia que examinará el proyecto hasta fines de junio
La ministra francesa de los Derechos de la Mujer, Najat Vallaud-Belkacem, saludó la adopción de esa ley como el logro de «un largo proceso lleno de dificultades a cada paso.»
El texto se inspira en el ejemplo de Suecia, país que desde 1999 sanciona a los clientes. Gracias a esta medida, en diez años redujo a la mitad la prostitución callejera.
El proyecto de ley en Francia también establece para los clientes, además de la pena de multa, un “taller de sensibilización sobre la lucha contra la compra de actos sexuales”.
La propuesta legislativa prevé medidas de asistencia social y profesional para aquellas personas que quieran abandonar la prostitución. En este sentido, el gobierno se comprometió a financiar con 20 millones de euros por año los esfuerzos de las personas que quieran abandonar la práctica de esta actividad.
En cuanto a la prostitución, en Europa se aplican dos políticas con mayor o menor éxito: la sanción de los clientes o de las prostitutas, sobre todo en los países nórdicos, o la organización de la prostitución, sobre todo mediante la legalización de los burdeles, como es el caso en Alemania y Grecia.
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