La pequeña ciudad de Moose Jaw, ubicada en la provincia de Saskatchewan y con una población aproximada de 33.300 habitantes, tiene un problema peludo en las manos.
Nadie sabe qué es lo que ocurrirá después de Año Nuevo con los gatos y perros abandonados en esa ciudad, ya que la entidad encargada del cuidado de estos animales, la Sociedad Humana de Moose Jaw y la alcaldía de la ciudad se encuentran enredadas en una pelea de perro y gato.
Algunos de los animales albergados por la Sociedad Humana tienen techo y comida desde hace algunas semanas. Otros son huespedes desde hace meses. El que estos animales todavía estén vivos es un consuelo para la Sociedad Humana.
Esta entidad es una organización sin fines de lucro dedicada al cuidado, la protección y las necesidades médicas de los animales abandonados, abusados y descuidados en Moose Jaw y las comunidades circundantes. Este organismo, que atiende a más de 1.500 animales cada año, cree que todos los animales tienen un valor intrínseco, que merecen un trato humano y compasivo.
El problema ahora es que la Sociedad Humana de Moose Jaw ha estado en negociaciones para lograr un contrato con la alcaldía para el mantenimiento de los servicios de la perrera desde diciembre de 2011.
El último contrato fue firmado en 2007, por un valor de unos 125.000 dólares por año. La Sociedad Humana de Moose Jaw sostiene que los gastos reales para el mantenimiento de este refugio de animales alcanzan a los 380.000 dólares por año.
Este diferendo, y la decisión de la ciudad de asumir el control de los animales sin dueño, significan que a partir del 1 de enero de 2014 las vidas de los perros y gatos que se encuentran viviendo en el albergue correrán peligro.
Esto porque una ley municipal ahora le autoriza a la alcaldía de Moose Jaw a dar muerte a un animal vagabundo si este no es reclamado por su dueño en un lapso de cinco días. Es decir que serán sometidos a una eutanasia.
Por su parte, la Alcaldía de Moose Jaw dice que la ley que establece los cinco días de gracia hace parte de la legislación municipal, pero que explorará todas las posibilidades para salvarle la vida a un animal abandonado en la ciudad.
Matt Noble, el administrador de la ciudad, dijo que la Alcaldía le ofreció a la Sociedad Humana de Moose Jaw casi el doble del dinero estipulado en su contrato previo. La ciudad también acusó a la Sociedad Humana de explotar a los animales a los que protege.
Esta es sin duda una disputa con una alta carga emocional. Se trata después de todo de lo que ocurrirá en dos semanas más con los perros y gatos de Moose Jaw, abandonados por sus supuestos mejores amigos, los seres humanos.
La ironía de las fiestas de fin de año hará que mientras estos animales esperan con mirada paciente un poco de humanidad tras las rejas del albergue, no faltarán en Moose Jaw las cajas de regalos con cachorros de perros y gatos como obsequios de Navidad.
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