Expertos delegados por el presidente estadounidense para analizar los programas de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad, NSA, recomiendan una revisión profunda de los programas controvertidos.
Nuevos criterios deben ser fijados antes que Estados Unidos espíe las comunicaciones de los dirigentes extranjeros, afirman los autores del informe que sugiere 46 recomendaciones.
Se tienen que buscar otros medios para obtener las informaciones necesarias y tener en cuenta los inconvenientes en el caso en que esas informaciones lleguen a ser conocidas, dicen los expertos.
La poderosa NSA debe cooperar más con los “aliados cercanos” de Estados Unidos en materia de espionaje y la vigilancia de los dirigentes extranjeros debería ser más estricta y limitada.
Una “constatación judicial” muestra que hay motivos razonables que dejan pensar que la información buscada es pertinente y necesaria para las actividades de inteligencia y para la lucha contra el terrorismo.
El tribunal encargado de autorizar y juzgar esos programas (la FISA o Foreign Intelligence Surveillance Agency) no debe escapar al control, dice el informe.
El comité sugiere también de poner fin a la capacidad de la NSA de conservar datos telefónicos y hacerlos grabar por las compañías de teléfonos o por un tercero.
Los expertos recomiendan al presidente que apruebe personalmente todos los métodos “sensibles” utilizados por los servicios de inteligencia.
La información sobre el espionaje de las comunicaciones telefónicas de la Canciller alemana Angela Merkel había provocado una verdadera tormenta mediática y diplomática.
La Canciller misma, llamó al presidente estadounidense Barack Obama para pedirle aclaraciones.
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